La falta de recursos impide a muchos celíacos acceder a una dieta sin gluten
La asociación de afectados recuerda que una alimentación inadecuada de estos enfermos puede derivar en cáncer
c. v. g. / ical
Domingo, 1 de junio 2014, 21:58
«Conozco gente celíaca que no hace la dieta porque no tiene dinero para poder pagarla con las graves consecuencias que eso acarrea para su salud», denuncia la presidenta de la Asociación de Celíacos de Palencia (ACEP), Teresa Medina, que incide en que el único tratamiento contra esa enfermedad es una alimentación sin gluten que no puede estar supeditada a la renta de las familias.
Ayudas para poder hacer frente al pago de esos alimentos específicos es la principal reivindicación de la asociación palentina y del resto de asociaciones de la región, que recuerda unos días después de la celebración del Día Internacional del celíaco que los afectados por esta patología no perciben ningún apoyo institucional, a pesar de que una inadecuada alimentación d estos enfermos puede derivar en cáncer de estómago.
«La cesta de la compra de un celíaco se incrementa en un 150%. Por ejemplo, y yendo a un producto básico como es el pan, mientras que un kilo normal cuesta 0,50 céntimos un kilo sin gluten asciende a 5,50 euros; es decir, cinco veces más», explica Medina. Echando cuentas, la cesta de la compra se encarece al año unos 1.500 euros.
Medina indica que no tomar los alimentos adecuados produce en las personas celíacas anemia de hierro, pérdida de peso, diarrea crónica, distensión abdominal, irritabilidad, cólicos y, en algunos casos, dermatitis. En los niños, además, provoca retraso en el crecimiento, apatía y desinterés por su entorno. Si no se ataja, la celiaquía puede desembocar en cáncer de estómago, sentencia.
La celiaquía afecta a una de cada 120 personas y es una intolerancia permanente al gluten, que es una proteína que se encuentra en cereales como el centeno, la avena, la cebada, el tricale, el kamut y la espelta y todos sus derivados. Su consumo produce una atrofia de las vellosidades intestinales impidiendo la correcta absorción de los nutrientes,que acarrea numerosos problemas de salud y de nutrición.
Los bancos de alimentos
Medina agrega que la situación de algunas familias ha llegado a tal punto que incluso en algunos lugares de reparto de alimentos para personas sin recursos, como el Banco de Alimentos, ya se está empezando a recopilar y entregar productos sin gluten. Desde ACEP se hace un llamamiento a las administraciones para que habiliten ayudas a las personas que padecen la dolencia de tal modo que puedan asumir el coste de su dieta que, además, apostilla, deben mantener durante toda su vida.
Teresa Medina, añade, asimismo, que en cuanto se produce el diagnóstico, el servicio de salud deja de atender al enfermo y le deriva a las asociaciones como los lugares donde recibir información sobre la dieta, indicaciones a seguir y otras pautas para paliar las consecuencia de la dolencia.
En lo que sí se han conseguido importante avances en los últimos años, es en el acceso a los alimentos sin gluten, reconoce la presidenta de la asociación palentina. En los centros educativos públicos ya es obligatorio ofertar menús sin gluten y cada vez existe una mayor y más variada oferta de productos sin la proteína ya no solo en tiendas especializada sino que de forma generalizada en supermercados y grandes superficies de alimentación. Todavía queda por conseguir, dice Medina, que se extiendan los menús sin gluten en los colegios concentrados y exista una mayor implicación de la hostelería, que no siempre dispone de productos adecuados a la dieta de los celíacos.
Otro de los focos de trabajo de los afectados son las trazas que aparecen en determinados alimentos y que deben indicarse adecuadamente en la información de las etiquetas. «Una mínima cantidad que se toma de forma continuada tiene los mismos efectos que si la ingesta fuera en mayores dosis», advierte Medina. Los efectos de una dieta exenta de la proteína se dejan notar de forma muy inmediata en los enfermos de celiaquía, a las dos semanas ya desaparecen buena parte de los síntomas.
Recuperación milagrosa
Teresa Medina relata todavía con cierto asombro la experiencia con su hijo de corta edad. «Fue milagroso; de no comer nada y estar todo el día vomitando, sentado o tumbado sin querer ni jugar ni correr, a los pocos días comía de todo, empezó a engordar y a jugar como cualquier otro niño». También se hace eco del caso de una asociada que fue diagnosticada a los 70 años de edad y que para ella supuso «por fin encontrarse bien», después de toda una vida de fuertes dolencias y malestar continuo.
La importancia del diagnóstico temprano
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La presidenta de los celíacos palentinos advierte de que es fundamental un diagnóstico temprano que no siempre es fácil de conseguir porque la sintomatología pede confundirse con otras enfermedades. Uno de los objetivos de la asociación es, precisamente, difundir el conocimiento de la celiaquía porque hay constancia de que hay enfermos que desconocen padecer la dolencia. Dentro de esa línea de trabajo se incluye una actividad programa por la Asociación para el día 6 en la plaza Mayor de la capital donde habrá tallares para niños, cuentacuentos y talleres para niños y degustación de productos sin gluten.
La presidenta de ACEP explica que esta enfermedad tiene una base genética y que puede manifestarse en cualquier momento, aunque es más habitual en la infancia. Los últimos avances en investigación de la enfermedad apuntan a que cuanto antes se introduzca en la alimentación el gluten es menos probable que se desarrolle la dolencia, por eso ya se recomienda adelantar la introducción de cereales en los lactantes de los siete a los cuatro meses de edad.
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