La Concha es una playa para valientes, pero ahora estas aguas han sufrido una metamorfosis. Los oriundos dicen que está como un caldo. Está 5 grados por encima de la media en verano y eso acarrea consecuencias para su hábitat. Así no es de extrañar ver a tanta gente sumergida sin inmutarse. El récord de temperatura se registró hace 20 años con 26,5 grados. Si sigue así, el cantábrico dejará de ser el que era.-Redacción-
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