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Foto de grupo de los monitores con todos los niños.
Baloncesto

La Avispa Calixta pica en verano

La creación de esta escuela de baloncesto ofrece una alternativa novedos a los habituales campus deportivos

Ramiro martín

Domingo, 6 de julio 2014, 19:20

Todos los veranos las competiciones deportivas se aparcan esperando la llegada de la siguiente temporada. Desde hace años han surgido los campus y las escuelas de verano que buscan la participación de nuevos jóvenes que quieran aprender y perfeccionar distintos deportes en vacaciones. Son conocidos los campus de deportes como el fútbol o el tenis, pero este año se ha unido uno nuevo a los campus segovianos. Este nuevo deporte es el baloncesto, que de manos de la Avispa Calixta ha creado una escuela de verano que ofrece un programa novedoso y entretenido para los jóvenes que quieran acercarse a este hermoso deporte.

La escuela se desarrolla durante todo el mes de julio en el Frontón Segovia, en las pistas de atletismo y en las piscinas municipales. Se dirige dicha escuela a niños entre 5 y 8 años (categoría baby), entre 9 y 10 años (categoría benjamín) y entre 10 y 12 años (categoría alevín). La primera semana se cerró el viernes pasado con valoraciones positivas por parte de los organizadores y monitores. El principal objetivo de la misma nos dice Elí Bayón, uno de los monitores, es «ofrecer una alternativa distinta a los niños, que vengan a la piscina y hagan actividades en el medio natural que no pueden realizar todos los días; pero sobre todo, que se diviertan y que aprendan un poco sobre baloncesto. Los padres nos dan la enhorabuena y nos comentan que los niños llegan a casa diciendo que se han divertido y, que además se han ido cansados, lo que quiere decir que el trabajo está bien hecho. Por eso creo que hemos cumplido nuestro objetivo en esta primera semana».

Las actividades se desarrollan de lunes a viernes. A primera hora, de 9 a 10h, hay un servicio para los más madrugadores, en él se realizan juegos lúdicos y actividades como el dibujo. De 10 a 11:30h se practica el entrenamiento más específico, primero calientan para que todo el mundo se active y después se practica una habilidad en concreto; el primer día bote, luego tiro, el siguiente pase, así hasta completar los cinco días de la semana. La parte específica finaliza con enfrentamientos en partidillos 2x2 y 3x3 en los que se practica lo aprendido anteriormente. A las once y media se hace un descanso con un desayuno y a las 12h comienza el momento más lúdico y divertido con juegos de toda la vida como el pilla-pilla, el escondite o polis y cacos. Dos días a la semana finaliza la jornada con un rato de piscina para que disfruten los chavales.

El creador de la escuela es la Avispa Calixta, una liga de baloncesto para los más pequeños coordinada por el Club Deportivo Baloncesto Segovia (CD BASE), y que ha cumplido este año su décima edición. Destaca sobre todo por hacer deporte de una forma diferente. La liga cuenta con muchos más niños y han tenido que adaptar su forma de entrenamiento para crear la nueva escuela. Elí Bayón nos explica que «en la liga hay muchos niños, más de 250, en cambio en el campamento solo tenemos 15, estos son de edades muy dispares y tenemos que adaptarnos a la situación porque no puedes hacer lo mismo con todos, tienes que adecuar las actividades que haces mirando un poco el grupo. Por ejemplo para hacer algo más complicado como cambios de dirección o hacer reversos los mayores sí que están capacitados, pero algunos de los pequeños casi no saben ni botar el balón. En la liga, al contar con más niños está mucho más parejo». Esta es la principal dificultad a la que se tienen que enfrentar los monitores de la escuela.

Diversión

Hay una cosa que caracteriza a la Avispa Calixta en la liga y que mantienen en esta escuela veraniega, su idea del baloncesto. Para ellos la filosofía de la competitividad máxima y el resultadismo no tiene sentido con chavales de estas edades, por eso desde hace unos años han quitado los resultados de sus partidos. Dice Elí Bayón que «hemos querido quitar el condicionante de la competitividad que tienen muchos niños. Normalmente prima el resultado, por eso si ganan los niños se van contentos, y si pierden enfadados. Llevamos tres años haciendo lo mismo, intentamos que no sepan quién ha ganado ni quién ha perdido, no damos un acta donde ponga el resultado. Nosotros llevamos un poco la anotación pero no les decimos nada. Intentamos que jueguen al baloncesto, que se lo pasen bien, pero sin más, porque creemos que cuando sean mayores se cansarán de tanta competitivididad». Pero esta idea tan novedosa es difícil de llevar a cabo. A la gente le sorprende mucho que no haya marcador pues no están habituados a ello. Ha sido una batalla a la que se han enfrentado durante los tres años que llevan con ella. «Poco a poco intentamos concienciar a los padres, niños y entrenadores de lo adecuado de nuestro modelo, intentamos que ahora disfruten, que aprendan baloncesto. Al final todos aceptan bien el modelo, aunque en parte no les gusta, sobre todo a los niños y a los padres. Ellos están acostumbrados al modelo restultadista, es lo que ven en la tele... En cambio, los entrenadores son los que más nos ayudan. Ellos son los que les explican a los niños más pequeños en qué consiste, porque estos no lo entienden bien.» De esta forma sorprendente nos presenta la Avispa Calixta el baloncesto. La escuela veraniega ayuda a dar a conocer esta filosofía a los que durante el curso no tienen la oportunidad de hacerlo.

El baloncesto es un deporte que cada vez tiene más afición en nuestra ciudad. En ese sentido, es fundamental la labor de la Delegación Segoviana de Baloncesto que con sus distintas actividades promueve la afición al mismo. Además destaca la labor de los distintos clubs que organizan sus propias actividades e incluso ligas, como esta liga de la Avispa Calixta. A los niños que participan en la escuela no les llega el baloncesto a través de la ACB o la NBA, nos dice su monitor, «a ellos les llega gracias a las competiciones a nivel de Segovia o por las competiciones autonómicas en Castilla y León. Ellos te hablan un poco de eso, te dicen que les gustaría jugar al año siguiente en Castilla y León, o preguntan por el equipo de Nacional que este año no ha salido, que les habría gustado ir a verlo. Sí que es verdad, que este verano como el Mundial de baloncesto es en España, los niños te dicen que quieren ir a ver algún partido a Madrid».

Es este el baloncesto que realmente les llega a los niños cuando son tan pequeños. Por eso actividades como las escuelas de verano contribuyen favorablemente a aficionar a los jóvenes y que se animen a practicar este deporte. Los monitores de la escuela de verano de la Avispa Calixta, Juan Medina y Elí Bayón, se muestran satisfechos de la labor de la escuela y quieren animar a nuevos niños para que acudan a aprender baloncesto de forma divertida durante todo el mes de julio.

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