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Zona del río Duero a su paso por Soria donde se encontraba el antiguo embarcadero con barcas de recreo.

Escapadas navideñas sin salir de la región

El enólogo José Manuel Pérez Ovejas, el cocinero Miguel Ángel de la Cruz, el empresario de turismo rural Luis Chico y el gerente de la Escuela Internacional de Cocina, Ángel Moretón, proponen sus particulares viajes por Castilla y León

josé manuel pérez ovejas

Martes, 29 de diciembre 2015, 22:14

Castilla y León es una de las comunidades autónomas donde se vive el espíritu de la Navidad con más entusiasmo. Las grandes ciudades y los pequeños pueblos se iluminan para celebrar el nacimiento de Jesús. Las luces navideñas están presentes en las plazas y edificios más emblemáticos. ¡Estamos en Navidad! Por diferentes motivos uno de los destinos elegidos por un gran número de personas para disfrutar en estas fechas es Castilla y León. Porque es una tierra de amplios horizontes, con muchos siglos de historia, que presenta múltiples atractivos y posee una enorme pluralidad. Pero también es un reflejo de civilizaciones y culturas. Desde el Homo Antecesor a nuestros días muchos pueblos y culturas han protagonizado la historia de esta tierra. Astures, arévacos, pelendones, vacceos, romanos, visigodos, musulmanes, mozárabes han dejado una profunda huella que configura el patrimonio más rico de España (catedrales, monasterios, ermitas, iglesias, palacios, castillos, murallas, y acueductos ). Pero también esta región posee espacios naturales de extraordinaria belleza. A ello se une una riqueza gastronómica de gran nivel por la enorme importancia de la industria agroalimentaria en Castilla y León.

Con este ambiente navideño afloran en las personas los valores de antaño, el sentido de la solidaridad, la nostalgia de nuestra infancia y el sentimiento de cariño hacia los mayores. Nueve días, nueve provincias. Castilla y León selecta.

Ávila, según decía Camilo José Cela, es la que vive más cerca del cielo, por su altitud. Aparte de su majestuosa muralla y otros monumentos de gran interés el visitante no puede dejar de probar las famosas yemas de Santa Teresa y comer en los restaurantes más emblemáticos de la ciudad. También en la provincia, en las Navas del Marqués, se prepara un estupendo cabrito asado, típico de la zona, regado con los vinos del Valle del Alberche o del Tiétar, elaborados a partir de cepas de garnachas centenarias.

Burgos es una ciudad única. Después de ver la Catedral gótica, espectacular e imponente, que deslumbra al viajero, y visitar el Monasterio de las Huelgas, hay que probar la famosa morcilla de Burgos y el lechazo asado al horno que ofrecen los restaurantes de la ciudad acompañándolo con un vino tinto de la Ribera del Duero o del Arlanza. Es la armonía perfecta para continuar por la tarde con la visita del Museo de la Evolución Humana. La provincia de Burgos también es rica en gastronomía y cultura: Villarcayo, Lerma, Covarrubias, Silos, Aranda de Duero, Roa no le dejarán indiferente. Para los grandes aficionados al vino recomiendo visitar algunas bodegas de la Ribera del Duero. No se olvidará de esta experiencia.

León nos recibe con su espectacular Catedral, el Parador de San Marcos. Recomiendo que prueben la Cecina de León, famosa en el mundo entero. Después visiten la DO Bierzo, donde se elaboran excelentes vinos con la variedad mencía, que poseen una personalidad única. La difícil orografía de la zona llama poderosamente la atención.

Palencia y el Valle del Cerrato son destino para perderse en Navidad, aunque también la montaña palentina nos ofrece un paisaje inigualable. En Palencia se halla la senda del románico más importante de España y las villas romanas representan un patrimonio cultural incalculable. En el Valle del Cerrato se elaboran un queso de oveja churra increíble, considerado de los mejores de España. En la capital hay varios restaurantes de renombre. Allí degustarán la mejor tortilla de patata de España y un lechazo asado que le cautivará.

Guijuelo es la cuna del Ibérico. El jamón Ibérico de Bellota que se cura en este pequeño pueblo, conocido mundialmente, es un producto genuino que conquista los sentidos. Ya en la Salamanca capital se percibe un ambiente estudiantil, con el bullicio de fondo, que invita al auténtico disfrute. Pero hay que visitar la Plaza Mayor, los palacios y la Universidad, además de otros monumentos singulares, antes de ir a tomar tapas por el centro o animarse a comer en sus restaurantes.

Y nos vamos a Segovia, que es un destino principal de este viaje navideño. Nos recibe el Acueducto romano y nos adentramos en esta ciudad tan amable y hospitalaria. El Alcázar, la Plaza Mayor, la Catedral, la Iglesia de San Andrés son de visita obligada. Después les animo a que degusten el cochinillo segoviano de los grandes restaurantes de la ciudad. El rito es trocearlo con un plato y después el maestro asador lo lanza al aire para que quede hecho añicos en el suelo. Pero si están por la provincia vayan a las Hoces del Duratón, muy cerca de Sepúlveda (otra cuna gastronómica) donde se encuentra la mayor reserva de buitres leonados de España. Es un paisaje espectacular.

Soria, donde el Duero que «serpentea» lentamente inspiró a Machado. Es una ciudad mágica. El centro histórico es de enorme interés. Además se encuentran muchas mantequerías donde se puede comprar la mantequilla de Soria, para llevarse de recuerdo y otros productos de delicatessen. Los restaurantes de Soria poseen un estilo tradicional de enorme categoría. También la provincia es impresionante. En San Leonardo de Yagüe y Navaleno hay buenos establecimientos. En este último municipio con estrella Michelin: Los platos de caza, las setas y otros productos de cocina tradicional conviven con los de la llamada nueva cocina. En los Picos de Urbión nace uno de los ríos más importantes del mundo desde el punto de vista vitivinícola: El río Duero. Hay que acercarse y descubrir la belleza paisajística que nos brinda la zona de pinares. Y si tiene tiempo puede acercarse al Burgo de Osma, donde disfrutará de la Navidad completa, aunque no coincida con las famosas jornadas de la matanza del cerdo que congrega a miles de personas durante el primer trimestre del año.

El paso por Valladolid es imprescindible para conocer el espíritu navideño de esta gran ciudad. Llama la atención la iluminación de las calles, a Plaza Mayor y el ambiente que se percibe en el centro. Allí se alterna con los grandes vinos de la DO Ribera del Duero, Rueda, Cigales, Toro y Bierzo. Las tapas que se toman en Valladolid son inigualables. Valladolid es una de las ciudades con mayor encanto que conozco. Su Catedral, la Iglesia Nuestra Señora de la Antigua y la Plaza de la Universidad, entre otras, son imprescindible en este recorrido navideño. Pero en sus pueblos, como Olmedo, Íscar, Medina del Campo, Pedrajas de Esteban, Peñafiel y Campaspero, hay restaurantes cuya especialidad principal es el lechazo, cada uno con su identidad. Los vinos de la región acompañan a la perfección para la delicia del visitante.

La Navidad en Zamora también puede ser muy especial. Es capital y tierra de pan y de vino. Después de visitar los lugares de interés no deje de probar la gastronomía típica de Zamora, donde destaca el queso zamorano que no tiene parangón y, por favor, pida los vinos de la DO Toro. Para salir de la provincia vaya a conocer el Lago de Sanabria y programe una comida en la Puebla de Sanabria. Sencillamente resultará espectacular.

Porque también es Navidad en Castilla y León. ¡ Brindemos!

Cochinillo en Segovia

Llegando estas fechas navideñas, hay un par de cosas que, ya por costumbre, forman parte de mis navidades y creo son de justicia recomendar.

La primera, visitar la ciudad de Segovia. En su Escuela de Cocina Ángel del Alcázar me forme hace ya unos cuantos años y aun hoy guardo gratos recuerdos de mi paso por la ciudad.

Me gusta especialmente caminar por sus calles en esta época , tomar un aperitivo en la Plaza Mayor y comer un buen asado de cochinillo en alguno de sus asadores.

Otra de las cosas que me gusta hacer es escaparme con mi familia a alguno de los muchos parajes naturales que ofrece Castilla y león. Alojarnos en alguna casa rural y disfrutar de esta época en la tranquilidad que nos ofrece este ámbito. Entre mis lugares preferidos se encuentra Sanabria. El lago y sus alrededores adquieren un aspecto especial estos días, capaz de transmitirnos la tan deseada serenidad.

Mis deseos de unas felices fiestas y un prospero año 2016 para todos vosotros.

De Villafáfila al Castillo de Coca

Para disfrutar de estar vacaciones lo primero que tenemos que pensar es en desconectar. Benafarces es la localidad donde mi familia y yo decidimos estar en estas fiestas navideñas. Al calor de la chimenea y rodeado de mucho Campo y Lumbre, mucha lumbre. En estos días de relativa tranquilidad una de la visitas obligadas es a Villafáfila para contemplar como están las lagunas y las aves que han llegado en estos días de invierno. Durante estos días, visitamos algunas bogedas en Toro y alrededores, como Liberalia, donde siempre realizamos catas, y al Museo del vino Pagos del Rey, degustamos los estupendos quesos zamoranos Chillón y Pastor, y comemos en el Chivo, en Morales de Toro.

Todos los años hacemos una pequeña ruta en familia para visitar a viejos amigos. La primera parada es en Carbonero el Mayor Segovia, una cita que viene ya de años, donde disfrutamos de la excelente carne de Buey y la gran amistad que nos ofrecen nuestros amigos Javier y Jesús. Luego pasamos a saludar a Tano y nos alojamos en el Hotel de la Villa de Pedraza, un lugar mágico, con ese olor a leña quemada que mezclado con las noches frías de invierno hacen de este un lugar estupendo y muy acogedor.

Seguimos ruta por tierras segoviana y otra parada obligada es en Torrecaballeros, donde visitamos otro restaurante que vimos empezar y en el que estamos como en casa, la Portada del Mediodía de nuestro amigo Goyo y familia. Después vamos a Domingo García una pequeña población segoviana, próxima a Santa María la Real de Nieva, donde contamos con una casona de labranza y solemos pasar algunos días antes de regresar a nuestros respectivos puntos de origen. Allí admiramos los petroglifos, pinturas rupestres, las charcas y paseamos por la cuesta grande, donde se ven preciosas puestas de sol y los pinares se funden con el cielo dando la sensación de ver «el mar de pinares», como comentábamos de chicos. Visitas al Castillo de Coca, las bodegas de Nieva y a comer en José María o Julián Duque, en Segovia, completan estos días de descanso.

Zamora, religiosa y pagana

Mi propuesta de jornada navideña, apta para toda la familia, surge de la tradición belenista trasmitida por mis padres y de la generosidad cultural de mi amigo, músico y etnógrafo Paco Díez, apasionado de las tradiciones ancestrales que se mantienen en la línea fronteriza de nuestra península. La cultura no entiende de fronteras.

En la mañana Navidad y mascaradas invernales comparten al parecer el mismo origen, o al menos, el mismo origen etimológico. Estas tradiciones precristianas van ligadas a la celebración del solsticio de invierno. El Zangarrón es una de esas figuras ancestrales que se repite en varias poblaciones de la provincia de Zamora. Según la tradición, este personaje sale a la calle los días de Año Nuevo y Reyes en Montamarta, y el día 26 de diciembre en Sanzoles. A primera hora de la mañana el Zangarrón recorre las calles de la localidad ataviado con su arcaico atuendo y su singular careta, pidiendo el aguinaldo. Las calles de ambos pueblos se convierten en desfile de sonidos, colores y tradición milenaria.

La cercanía de estos dos municipios a Zamora (a escasos 20 kilómetros) nos permite poder disfrutar de la siempre generosa gastronomía de la zona. Mollejas, cachuelas, callos, morros, pinchos morunos o un dos y pingada que podemos acompañar de rebojos, cañas o aceitadas. Después de saciar el paladar podremos cumplir con la segunda parte de la jornada.

Por la tarde Si disfrutar de las recoletas calles de Zamora en Semana Santa es un auténtico privilegio, no lo es menos pasearse en invierno. Si la meteorología lo permite, podremos comprobar cómo el incienso de los turíbulos se transforma en una espesa niebla que nace de las mismas entrañas del Duero y que aporta a la ciudad un aspecto auténticamente navideño. La oferta de belenes es variada, pero sin duda merece visita obligada el que, desde hace 15 años, realiza la Asociación Belenista la Morana en el Palacio de la Encarnación, este año ligado a la figura de Santa Teresa. La Puerta de doña Urraca es el marco elegido para el nacimiento que alberga la sede de la Cofradía Jesús Nazareno en su local de la calle Viriato con las piezas del artista local Anselmo Esteban Díaz. Otro belén abierto al público es el de la Asociación Virgen de la Saleta en la capilla de Nicolás de Tolentino de la céntrica iglesia de San Andrés en este caso realizado con figuras de Olot. Y por último podemos acercarnos al Museo Etnográfico de Castilla y León, junto a la Plaza Mayor, para visitar la exposición El nacimiento o la peculiar Navidad de Playmobil en el campo, una curiosa colección de los míticos clicks que representan diferentes profesiones ligadas al campo.

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