El mildiu acecha a la cosecha de Rueda con daños importantes en el viñedo
Las condiciones climatológicas, con una primavera cálida y húmeda, han hecho que prolifere una enfermedad que no es habitual en la región
El mildiu ha puesto en jaque al sector del vino en la región, que trabaja para que este hongo, poco habitual en zonas secas, no ... ponga en riesgo la cosecha de uva en la campaña 2025. La zona de calidad más afectada en Castilla y León se sitúa en Rueda, donde la enfermedad fúngica ha aparecido antes y con mayor virulencia, generando daños importantes, de los que todavía no se tiene una valoración detallada. De momento, los viticultores luchan contra el hongo a través de los tratamientos en la planta, confiando que la época de mayor riesgo ha pasado y que el calor extremo que estamos viviendo se acompañe de ausencia de precipitaciones para evitar daños mayores, aunque ya hay parcelas que se dan por perdidas.

Así actúa el mildiu en la vid
Esta enfermedad la produce el oomiceto ‘Plasmopara viticola’, y afecta a los órganos verdes de la planta, pero principalmente a hojas y racimos. La gravedad de la infección depende del clima y de la sensibilidad de la variedad a la que ataque.
Pasa el invierno,
en forma de esporas resistentes (oosporas), en las hojas secas caídas.
Oosporas
Las oosporas germinan en primavera, con temperaturas mayores a 10-13 ºC y lluvias por encima de los 10 l/m2.
Zoosporas
Esporangio
Las oosporas emiten esporangios que, llevados por el agua y el viento, llegan a las plantas donde liberan zoosporas.
Infección primaria
Las zoosporas infectan el tejido a través de los estomas de la planta.
Infección en las hojas: manchas amarillentas aceitosas
Infección secundaria
Ya en verano, si se dan noches de humedad y calor, las zoosporas se multiplican e invaden la planta.
20-25º
Baya de la uva
Infección en brotes y bayas: manchas blanquecinas
En flores y granos provoca su secado, que da lugar a que aparezca el mildiu larvado o tardío.
Infección en flores y granos: mancjas pardas
Finalmente, tantos las hojas como la uva se secan y caen de la vid estando infectadas, y el ciclo vuelve a comenzar.
Especial vigilancia
Primavera y verano son las épocas en las que más se debe vigilar, poniendo más atención durante la floración y el cuajado de la vid.
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Floración
Junio
Cuajado
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Prevención
Es posible tomar algunas medidas de prevención que eviten o mitiguen los efectos del mildiu.
Podar la planta en verde para que se ventile y eliminar las hojas enfermas.
Utilizar variedades tolerantes al mildiu.
Utilizar menos abono nitrogenado y enterrar las hojas muertas labrando en invierno.
Fuente: ITACYL

Así actúa el mildiu en la vid
Esta enfermedad la produce el oomiceto ‘Plasmopara viticola’, y afecta a los órganos verdes de la planta, pero principalmente a hojas y racimos. La gravedad de la infección depende del clima y de la sensibilidad de la variedad a la que ataque.
Pasa el invierno,
en forma de esporas resistentes (oosporas), en las hojas secas caídas.
Oosporas
Las oosporas germinan en privamera, con temperaturas mayores a 10-13 ºC y lluvias por encima de los 10 l/m2.
Zoosporas
Esporangio
Las oosporas emiten esporangios que, llevados por el agua y el viento, llegan a las plantas donde liberan zoosporas.
Infección primaria
Las zoosporas infectan el tejido a través de los estomas de la planta.
Infección en las hojas: manchas amarillentas aceitosas
Infección secundaria
Ya en verano, si se dan noches de humedad y calor, las zoosporas se multiplican e invaden la planta.
20-25º
Baya de la uva
Infección en brotes y bayas: manchas blanquecinas
En flores y granos provoca su secado, que da lugar a que aparezca el mildiu larvado o tardío.
Infección en flores y granos: mancjas pardas
Finalmente, tanto las hojas como la uva se secan y caen de la vid estando infectadas, y el ciclo vuelve a comenzar.
Especial vigilancia
Primavera y verano son las épocas en las que más se debe vigilar, poniendo más atención durante la floración y el cuajado de la vid.
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Floración
Junio
Cuajado
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Prevención
Es posible tomar algunas medidas de prevención que eviten o mitiguen los efectos del mildiu.
Podar la planta en verde para que se ventile y eliminar las hojas enfermas.
Utilizar variedades tolerantes al mildiu.
Utilizar menos abono nitrogenado y enterrar las hojas muertas labrando en invierno.
Fuente: ITACYL

Así actúa el mildiu en la vid
Esta enfermedad la produce el oomiceto ‘Plasmopara viticola’, y afecta a los órganos verdes de la planta, pero principalmente a hojas y racimos. La gravedad de la infección depende del clima y de la sensibilidad de la variedad a la que ataque.
Pasa el invierno, en forma de esporas resistentes (oosporas), en las hojas secas caídas.
Oosporas
Las oosporas germinan en privamera, con temperaturas mayores a 10-13 ºC y lluvias por encima de los 10 l/m2.
Zoosporas
Esporangio
Las oosporas emiten esporangios que, llevados por el agua y el viento, llegan a las plantas donde liberan zoosporas.
Infección en las hojas: manchas amarillentas aceitosas
Infección primaria
Las zoosporas infectan el tejido a través de los estomas de la planta.
Infección secundaria
Ya en verano, si se dan noches de humedad y calor, las zoosporas se multiplican e invaden la planta.
20-25º
Baya de la uva
En flores y granos provoca su secado, que da lugar a que aparezca el mildiu larvado o tardío.
Infección en brotes y bayas: manchas blanquecinas
Infección en flores y granos: mancjas pardas
Finalmente, tanto las hojas como la uva se secan y caen de la vid estando infectadas, y el ciclo vuelve a comenzar.
Especial vigilancia
Prevención
Es posible tomar algunas medidas de prevención que eviten o mitiguen los efectos del mildiu.
Primavera y verano son las épocas en las que más se debe vigilar, poniendo más atención durante la floración y el cuajado de la vid.
Podar la planta en verde para que se ventile y eliminar las hojas enfermas.
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Utilizar variedades tolerantes al mildiu.
Floración
Junio
Cuajado
Julio
Agosto
Septiembre
Utilizar menos abono nitrogenado y enterrar las hojas muertas labrando en invierno.
Octubre
Noviembre
Diciembre
Fuente: ITACYL
En la zona de calidad, el Consejo Regulador llama a la tranquilidad y defiende que la cosecha, «no está comprometida», mientras que los viticultores a título individual narran que la situación es complicada, pero parecen haber llegado a un pacto de silencio hasta que pasen unos días y haya una valoración global de los daños, más allá de cada caso en particular. En cualquier caso, el nerviosismo y preocupación es palpable entre los productores de Denominación de Origen. Es más, la alcaldesa de La Seca, Clara Eufemia Rivera, anunció la pasada semana una reunión urgente ante lo que calificó como la «preocupante» situación generada por el mildiu en los viñedos del municipio, «el de mayor superficie vitivinícola de Castilla y León». En una carta dirigida a la D.O. y a distintos actores del sector, Rivera alertaba de la propagación de la enfermedad trasladada por vecinos y viticultores y la necesidad de impulsar una mesa de trabajo. Esa reunión comarcal se celebró el pasado martes con alcaldes de diferentes municipios y agricultores de la zona, aunque hay previsto otro encuentro este viernes. Por su parte, el Consejo Regulador de Rueda asume que existen hectáreas de viñedo afectadas por el hongo, sin determinar número ni porcentaje. A la vez, lanza un mensaje de tranquilidad insistiendo en que la cosecha «no se encuentra comprometida», y recalcando que el mildiu «afecta a la cantidad, pero no a la calidad de la uva». Algo que choca con la ficha de apoyo sobre el mildiu de la web del Itacyl, donde se precisa que «los daños se asocian a reducción tanto de la cosecha como de la calidad de los vinos».
A pie de viña, los productores muestran preocupación, pero no quieren entrar en valoraciones públicas. El presidente de la Asociación de Viticultores de Rueda, Juan Ruiz, detalla que «estamos luchando contra el mildiu ahora mismo», y entre los socios hay «valoraciones de todo tipo», por lo que afirma que como colectivo «no tenemos una opinión formada porque no tenemos una valoración exacta». En esta línea, alude a que no quiere «posicionarse» públicamente, aduciendo a que «todavía estamos con la batalla». Ruiz insiste en que «hay que recorrerse 20.000 hectáreas, no se puede valorar de forma global lo que me haya pasado a mi o a mi vecino».
Por su parte, el viticultor Ramón Sanz cree que la pérdida de cosecha va a ser «total o parcial» en el municipio de La Seca, según informa Miguel Rochas. «Hace quince días pensaba que había perdido el 30%, ahora veo que en el mejor de los casos voy a recoger un 30%, es decir que se ha perdido el 70», lamenta. El productor cuenta que, tras hablar con otros viticultores, «hay gente que tiene perdido el 100% y gente que a lo mejor libre la mitad o tenga un viñedo con salud y coja el 100%, pero va a ser una catástrofe». Coincide en que la valoración general todavía está por llegar, ya que «hay zonas más tardías que han empezado las manchas más tarde, y no sabemos si se va a repetir lo que nos ha pasado a nosotros, que después de las manchas se pierden los racimos porque se empiezan a necrosar». El viticultor también se muestra contrariado por algunas limitaciones a la hora de tratar la viña para luchar contra el hongo. «Otros años, las materias activas que dejaban utilizar a los agricultores eran más determinantes para combatir varias plagas. Ahora, el agricultor se encuentra que cada año se la reducen, el tema es verdaderamente grave en lo ecológico, las bodegas nos piden ecológico, pero ser agricultor ecológico es estar con las manos atadas, cuando viene un poco torcido hay que asumir que puedes perder totalmente la cosecha».
Condicionantes
En principio, este año, se han dado las condiciones climatológicas perfectas para que el mildiu prolifere. Una primavera cálida y húmeda y un verano tormentoso. A partir de ahí, y tras un periodo de incubación que oscila entre 1 y 2 semanas en función de la humedad del ambiente, y sobre todo de la temperatura, aparecen los primeros síntomas visibles. La enfermedad se puede dar en diferentes medidas a todos los órganos verdes, principalmente hojas y racimos. Si afecta a las hojas aparecen manchas típicas de aceite en el haz que se corresponden con una pelusilla blanquecina. Si toca a los brotes, estos se curvan y pueden secarse apareciendo el llamado mildiu larvado en racimo. El momento más sensible se sitúa en el período floración-cuajado, entre mediados y finales de junio y principios de julio, donde se pueden ocasionar la pérdida total del racimo. Si el ataque del hongo es más tardío suelen afectar solamente a una parte. Desde el Instituto Técnico Agrario (Itacyl), viendo los modelos predictivos, el día 26 de abril, se lanzó una alerta sobre el riesgo de esta enfermedad en todo el territorio regional, recalcando la necesidad de estar vigilantes y realizar los tratamientos al respecto. Cuatro días antes, se había lanzado ya un aviso para la Denominación de Origen Rueda, donde se llamaba la atención del riesgo de en esa zona. «Tenemos un modelo predictivo que indica cuándo tenemos los condicionantes para que el mildiu se desarrolle, lo primero que hay que tener en cuenta es que no es común en Casilla y León, es bastante esporádico y la gente no está acostumbrada a luchar contra él. De ahí la importancia de estar atento a los datos con la actualización diaria, si se dan los condicionantes, hay que vigilar el cultivo para hacer los tratamientos», apuntan desde el Observatorio de Plagas y Enfermedades del Itacyl.
En esta línea, inciden en la importancia de coger la enfermedad a tiempo, ya que «cuando se da la infección primaria, hay que controlar, la clave está en los primeros momentos en los que hay que actuar, si se deja, termina afectando a todas las partes verdes, lo más peligroso es cuando afecta al racimo». Los técnicos sitúan en momento «más crítico» en la floración y cuajado. «Hemos tenido una primavera muy lluviosa, con temperaturas suaves, humedades relativas muy altas, durante muchos días y es el caldo de cultivo perfecto». Una situación climatológica que, según indica, debido a las lluvias constantes ha impedido también que se haya podido tratar la viña en determinados momentos. La lucha contra el mildiu, según los investigadores, es más complicada cuando se trata de manejo ecológico que en el tradicional. «Ambas formas no tienen mucho que ver entre sí. En convencional es como poner una vacuna, un producto que protege la planta por dentro; en el manejo ecológico suelen ser todos de contacto, tienes exteriormente la planta protegida, si hay lluvias este tratamiento no es tan efectivo, con lluvias recurrentes es muy difícil», desvelan. En cualquier caso, los expertos defienden que «el mayor riesgo ha pasado», siempre y cuando no llegue un verano atípico con lluvias que vuelvan a dar los condicionantes.
Otras zonas
En Ribera y Cigales también hay presencia del mildiu, aunque, en principio, con menor afección al tener un ciclo más tardío. En Ribera del Duero, el posicionamiento del Consejo Regulador choca con el de algunos productores de uva. «De momento no vamos a considerar que hay algo relevante de afección respecto al mildiu, no tiene importancia o que deba preocupar, no hay un problema generalizado», afirma el presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero, Enrique Pascual. Al respecto, recuerda que la zona de calidad es una de las menos propensas a sufrir esta enfermedad sanitaria, pero este año se han dado las condiciones para ello. Por otra, hay viticultores que sí dan cuenta de las competencias. «Ha hecho daños en parcelas con pérdidas muy importantes, sobre todo las parcelas en ecológico», detalla el viticultor ribereño, Daniel Maestre. El productor, defiende que está siendo una presencia atípica del hongo, ya que «ha habido afección en racimo, y muy poco en hoja», algo que demuestra con vídeos y fotos. Maestre mantiene que en los próximos días se observará las consecuencias en este sentido de las últimas tormentas importantes vividas la pasada semana. El riesgo de cara al presente y futuro lo ve variable, «ya que está haciendo mucho calor, pero puede aparecer la lluvia en algún momento y ahí está el peligro».
En Cigales, el gerente de la Denominación de Origen, Raúl Escudero confirma que se están teniendo «problemas» con el mildiu «sobre todo en hoja, no en racimo». Emplaza a esperar a las próximas semanas para saber cómo se va desarrollando, «si sigue haciendo calor es lo que mejor le viene al viñedo, y si sigue habiendo tormentas al final es caldo de cultivo para las enfermedades fúngicas». Escudero considera que la zona encara «un año normal con anormalidades, ya que no es algo habitual el riesgo de esta enfermedad». En cualquier caso, cree que ha afectado menos que en otras zonas y «está controlado» mientras los viticultores siguen con los tratamientos pertinente. Sin embargo, el mildiu ha pasado de puntillas por la Denominación de Origen Toro donde «no se ha detectado, salvo puede haber alguna parcela muy puntual», explica el director técnico Santiago Castro. Argumenta que en la zona de calidad proliferan las viñas «viejas, con poca masa foliar y más aireadas» que han contribuido a que se salve de esta afección fúngica. Castro explica que la presencia de mildiu se vive en «una vez cada diez años, y sin afecciones importantes». Al respecto alude a que este año «ha llovido mucho, pero ha habido aireación y no hay problemas. El director técnico recalca que el estado sanitario de la uva es óptimo y se ha salvado la presencia también de oidio.
El Itacyl investiga para obtener variedades resistentes
Desde el año 2018, el Instituto Tecnológico Agrario trabaja para testar variedades que sean resistentes a las enfermedades del mildiu y el oidio. Un trabajo que se lleva a cabo
junto a centros de investigación de Navarra, País Vasco y Cataluña. Después de siete años de trabajo, en 2026 en el potencial vitícola de Castilla y León se inscribirán cuatro nuevas variedades resistentes a las enfermedades fúngicas, y con las que se obtiene entre un 50 y 60% de reducción en los tratamientos fitosanitarias. A partir del próximo año, se podrán plantar y, luego, quedará en mano de las denominaciones de origen su inclusión o no en los reglamentes. Los investigares del Itacyl consideran que es un gran paso, pero lo más «interesante» para el sector del vino en Castilla y León se centra en las variedades autóctonas como tempranillo y verdejo, que todavía tendrán que esperar. «Lo verdaderamente importante llegará cuando se obtengan variedades resistentes de nuestras variedades autóctonas, las más cultivadas», precisan. Algo que no será inminente, ya que desde el Instituto Tecnológico creen que serán necesarios entre siete y nueve años para que sea una realidad. «Las primeras nos llegaron en 2018 y hasta 2026 no estarán admitidas, cuando nos lleguen los tempranillos y verdejos que están trabajando los mejoradores genéticos, hasta que se obtenga el testado, se demuestre que es resistente y adecuada y que el vino que se elabora con ellas es de calidad, estamos ante un proceso largo», concluye.
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