Patrullas vecinales recorren Belén para detectar sus problemas urbanísticos

No necesitan libreta, aunque toman nota de todo. Pasean por su barrio con la mirada del auditor, del ciudadano comprometido que quiere hacer de su calle un sitio mejor. No llevan bolígrafo para apuntar, aunque no se les pasa ni una. Los contenedores mal colocados en Reyes Magos, la farola en el centro de la calzada de Rector Suárez, los baldosines levantados en la plaza de las Nieves, las dificultades de visibilidad en el acceso desde Navidad a Nueva del Carmen. Hay veces que desenfundan el móvil y tiran una fotografía. O que preguntan a los vecinos más afectados.

Y al final, su trabajo desemboca siempre en un informe que luego después de su análisis en común es remitido a los técnicos municipales, a los responsables políticos para que tomen medidas... aunque sus advertencias no siempre son escuchadas.

Se llaman Manurbe (Mantenimiento Urbano de Belén) y forman un grupo organizado de vecinos que se encarga de patrullar las calles a la caza de deficiencias y problemas que tendrían una fácil solución. «Muchas veces valdría con la simple voluntad política porque tampoco costaría mucho dinero», explica Alfredo Mantecón, uno de los vecinos más implicados en este proyecto, en el que también colaboran María José Vicario, Pablo Martínez, Tomás Rodríguez, Ricardo Martín o Santiago Vázquez. Y así hasta una docena.

Entre las propuestas se encuentran el arreglo de la plaza de las Nieves, más seguridad en el cruce de Aguinaldo con Navidad, la limpieza del Tomillo (la zona continúa llena de basura, con preservativos y jeringuillas), la construcción de un paso superior sobre las vías en la plaza del Aviador hacia Los Santos Pilarica, ante el retraso del soterramiento, y que se entierren varias tuberías de gas.