Rajoy anuncia una "distribución ordenada" del déficit entre todas las administraciones

Aunque le ha citado en multitud de ocasiones por el nombre y el apellido, en otras tantas sin nombrarle directamente o llamándole en una ocasión "Juanvi", Mariano Rajoy se ha marchado de Salamanca sin pronunciarse sobre las peticiones que previamente Juan Vicente Herrera le ha hecho sobre algunos de los asuntos que más preocupan a su Gobierno. Anteriormente había demandado la necesidad de "esforzarse" para mejorar la atención a la Dependencia; de seguir apoyando al sector minero o de no dejar los pueblos reducidos a la presencia de los alcaldes con su banda el día de la patrona.

A ninguno de estos asuntos se ha referido en su más de 45 minutos de discurso el presidente del Gobierno porque, como ha justificado en incontables ocasiones, no le iba a dar tiempo a hablar de todo. Se ha acercado a Salamanca a hablar de "lo importante" y en esa carpeta incluyó en primer lugar los más de seis millones de parados, y en segundo lugar, el déficit de las administraciones.

Empezando por lo segundo, Rajoy ha advertido a los parlamentarios de que su Gobierno seguirá reduciendo el déficit público pero a través "de una senda más relajada" y sin perder la referencia de que no se puede "gastar lo que uno no tiene". "Haremos una distribución ordenada entre todas las administraciones", ha advertido sin más antes de mostrarse convencido de que "vamos a llegar a un entendimiento entre todos".

Le escuchaban atentamente tanto el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que previamente le había pedido que no hiciera ningún tipo de concesiones a algún gobierno autonómico cuya "actitud irritante" le ha convertido en el primero que "ha exigido un margen más ventajoso que los demás", y también la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, acicate político del también presente ministro del ramo, Cristóbal Montoro.

Subir impuestos

Al titular de la Hacienda y Administración Pública sí que se ha referido Mariano Rajoy cuando ha insistido en que la idea de que "a nadie le gusta tener que subir los impuestos, al ministro tampoco", pero no le ha enviado ningún mensaje para atender algunas de las muchas demandas que se han hecho para su departamento. Lo máximo en lo que se ha 'mojado' Rajoy ha sido en recordar que él también ha sido concejal y que al final "llegaremos a un acuerdo porque somos civilizados". "Soy gallego y sé lo que importa la población", pero no ha concedido ninguna licencia más.

Por lo demás, Rajoy ha hecho una defensa de todas y cada una de las reformas que se ha visto obligado a hacer su Gobierno, entre ellas la reforma laboral y ha insistido en que su prioridad es "crecer, crear empleo y mejorar la calidad de vida de la gente". Todo lo demás es "instrumental" y en ese sentido trabajarán durante lo que resta de legislatura. Sí que ha advertido de que durante los dos años que restan para terminar su mandato "no subiremos los impuestos, habrá crecimiento económico y se creará empleo".

Solo lo ha dicho una vez pero la ha considerado suficiente para que los parlamentarios que han participado en este encuentro de dos días en Salamanca se conviertan en el altavoz de su mensaje sobre el terreno. "En este momento que es difícil reitero que estamos haciendo lo que hay que hacer. Es muy importante que expliquéis las cosas hasta la saciedad a la gente", y en ese sentido ha vuelto a insistir en su mensaje de los últimos días, en que el Gobierno sabe lo que está haciendo y él es el único que marca su rumbo. "Es más agradable gobernar otras situaciones pero nos ha tocado ahora", les ha advertido antes de terminar insistiendo en que "yo os pido que nos ayudéis. Es importante".