El viejo, el niño y los globos
Pixar roza el calificativo de obra de arte con una fábula sobre el amor, las utopías y la amistad
ROBERTO GONZÁLEZ
Viernes, 31 de julio 2009, 03:23
S i algo hay que agradecer a Pixar frente a otras compañías es que (casi) nunca se repite. Con 'Wall-E' abordaron un género difícil, la ciencia-ficción, y el resultado fue aclamado por crítica y público. En clara minoría estábamos los que no quedamos del todo convencidos con la propuesta. Tras un comienzo ejemplar, el desarrollo resultaba algo irregular para merecer el calificativo de obra maestra. Esta expresión se ha convertido en cliché a la hora de hablar de las películas de Pixar, lo que refleja la calidad de su filmografía pero también la tendencia a exagerar de gran parte de la crítica.
Puede que 'Up', la última cinta de la compañía, tampoco sea una obra maestra, pero está muy cerca de serlo. Es, sin duda, una de sus mejores películas, un gran filme de aventuras y una de las mejores cintas comerciales del presente año. 'Up' nos presenta a Carl Fredricksen, un vendedor de globos septuagenario y cascarrabias dispuesto a cumplir el sueño de su desaparecida esposa. El joven Carl conoce a Ellie durante el emotivo prólogo de la cinta, realzado por la excelente banda sonora de Michael Giacchino ('Los Increíbles', 'Ratatouille'). Años después nos encontramos a un Carl viudo con un rostro similar al de Spencer Tracy. Al darse cuenta de que su mujer nunca pudo hacer realidad su deseo de viajar a las cataratas Paraíso -en Latinoamérica- el anciano ata una serie de globos a su casa y sale volando, decidido a trasladar su hogar a Sudamérica.
Extrañas compañías
Lo que Carl no sabe es que tendrá que cargar con Russell, un hiperactivo boy scout de ocho años que estaba cerca del porche cuando el domicilio alzó el vuelo. A ellos se unirán otros personajes igual de carismáticos y sorprendentes. «Se nos ocurrió esta imagen de una casa flotante porque reflejaba lo que estábamos buscando: una forma de escapar del mundo», dice el director Pete Docter, al que debemos uno de los filmes más divertidos -y tiernos- de Pixar, 'Monstruos S.A.'. Su nueva película logra una combinación similar de fantasía, emotividad y humor que recuerda a las peripecias del entrañable tío Gilito.
Con un ritmo inmejorable, 'Up' lleva hasta el final la famosa máxima de Walt Disney, a menudo citada por John Lasseter: «Por cada risa debe haber una lágrima». Pero, al contrario que 'Cars' o 'Toy Story 2', no carga las tintas en los aspectos sentimentales, sino que estos forman parte natural de la historia. A ello contribuye en gran parte la edad de su protagonista.
Hay que aplaudir la decisión de Pixar de ceder el protagonismo a un héroe anciano, acallando a los analistas de Wall Street que auguraron que un personaje así no tendría tirón comercial. Por el contrario 'Up' se convierte en la perfecta definición de un filme para todos los públicos. Niños, padres y abuelos disfrutarán por igual con la comedia y la aventura de esta película inspirada por el imaginario de Hayao Miyazaki.
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