ANDRÉS LUIS CALVO ELEGIDO ALCALDE EN 1983

«La peatonalización de Santa Clara me costó amenazas y averías en el coche»

A. G.

Viernes, 3 de abril 2009, 03:06

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Ni siquiera encabezaba la candidatura socialista en las elecciones municipales de 1979. Era su compañero Domingo Mañanes el que figuraba el primero en la lista, y no consiguieron la mayoría, pero sí una amplia representación de nueve concejales, que les valdría de banco de pruebas para gobernar en el siguiente mandato.

-¿Por qué iba Mañanes el primero de la lista?

-Entonces, cuando se hacían las listas, ocurría que muchos no querían ir el primero. La razón era, sobre todo, por responsabilidad, te daba miedo porque desconocíamos las corporaciones, y nos costó mucho configurar las listas.

-¿Cómo recuerda el ambiente en aquellas elecciones?

-Sobre todo, de euforia. El PSOE era un partido muy municipalista, estábamos muy fogueados en asambleas y en intervenciones públicas y estábamos convencidos de que íbamos a hacer un buen papel.

-¿Creían que iban a conseguir la mayoría?

-Hombre, nos presentamos para ganar, pero éramos conscientes de que quizá tendríamos que esperar, porque González tampoco había ganado en las generales.

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-¿Cómo recuerda la Zamora de hace treinta años?

-Era una ciudad de apenas 62.000 habitantes, con el centro urbanizado y luego los barrios -San Lázaro, San José Obrero, Pinilla- todos sin asfaltar, sin aceras, sin alcantarillado ni alumbrado público. Incluso lo que ahora es zona centro entonces era en su mayoría una explanada, como la Marina; no existía el restaurante Sancho II, ni el edificio de la Junta. Prácticamente hasta el Clínico era una gran finca, la de la viuda de Cuesta, que luego la cedió al municipio.

-Usted se atrevió a proponer la peatonalización de Santa Clara...

-Sí, seguimos el precedente de diseño urbano que aplicaron en Salamanca o Valladolid, donde había gobiernos socialistas. Era una calle de salida de tráfico, se circulaba desde la Plaza Mayor hacia la Farola. Presentamos la propuesta y plantemos ponerla a prueba un mes y medio, cerrándola al tráfico con vallas. En el Ayuntamiento lo aceptaron, quizá pensando «este se va a estrellar», y casi lo consiguen. Los empresarios, entonces AZE, se pusieron de uñas, aseguraron que iba a ser el hundimiento económico de Zamora... Tampoco faltaron amenazas y varias averías en mi coche. Con todo, más adelante se hizo la peatonalización, no se hundió la economía y con el tiempo los comerciantes estuvieron encantados y los de las calles próximas lo pidieron también.

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