El pan reduce un 25% su nivel de sal en el último lustro para bajar el riesgo de hipertensión
Los españoles consumen cerca de 100 gramos al día, menos de la mitad de la cantidad recomendada por la OMS
AGENCIAS
Viernes, 30 de enero 2009, 02:26
El contenido de sal en el pan que se consume en España se ha reducido en más de un 25% en los últimos cinco años, pasando de 22 a 16,3 gramos por kilo de harina, con el objetivo de disminuir el riesgo de hipertensión arterial de los ciudadanos, según anunció ayer el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, durante su visita a la escuela de panadería de la Asociación Provincial de Empresarios Fabricantes-Expendedores de Pan de Madrid.
Esta medida tuvo su origen en el 2005, cuando la antecesora de Soria en el cargo, Elena Salgado, acordó con la Confederación Española de Organizaciones de Panadería y la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas equiparar los niveles de sal del pan a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la reducción ha superado las expectativas iniciales y permite dar «un paso más» en favor de la salud ciudadana.
El sodio de la sal es lo que provoca la hipertensión arterial, una patología que afecta a unos 10 millones de españoles y que es causa de la mitad de los infartos de miocardio y los accidentes cardiovasculares, explicó Soria.
Además, con esta reducción de sal, el pan español será de los más sosos de Europa ya que, aunque en algunos países de nuestro entorno también se están llevando a cabo planes para reducir la sal en el pan, Francia o Alemania presentan unos valores más altos de sal en el pan de 19 y 20 gramos de sal por kilo respectivamente. En el caso de Reino Unido, los programas de reducción empezaron en el 2001 y, en el 2007, habían alcanzado cifras que oscilan entre 16-18 gramos de sal por kilo de harina.
El objetivo es que se amplíe también a otros alimentos, aseguró el ministro, aunque el hecho de que el pan sea el que más sodio aporta a la dieta diaria de los españoles -cerca del 20%-, seguido de los embutidos, invitaba a esta intervención «más urgente».
A pesar de todo, esta reducción de sal se puede llevar a cabo sin alterar las condiciones necesarias para la elaboración del pan ya que, como explicó el presidente de la patronal panadera, Lorenzo Alonso, el pan queda «igual de sabroso» ya que se le incluye más agua y malta y se aumenta el tiempo de fermentación.
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