El precio del lechazo entero apenas ha subido el 2,65% desde noviembre

Al mediodía de ayer no se podía dar un paso por los mercados de abastos del centro de la ciudad. Los vallisoletanos volvieron a dejar para última hora la compra de los alimentos con los que elaborarán hoy los menús de Nochebuena y Navidad. En muchos casos, la tardanza beneficiará a los bolsillos de los consumidores, sobre todo a aquellos que optan por los productos tradicionales como el lechazo o los langostinos.

Los precios se han extraído de los datos facilitados por el Servicio Municipal de Mercados de Valladolid con el coste de los distintos alimentos en el del Campillo, que tradicionalmente representa la media de los tres existentes en la ciudad del Pisuerga. Eso significa que los precios no tienen por qué coincidir en todos los puestos y mercados.

En el último mes, el precio del producto estrella de Castilla y León apenas ha registrado una subida mínima del 2,65% si se compra entero o medio, mientras que las chuletillas han sufrido una caída del 9,22%. Eso sí, es el 8% más caro por lo general que hace un año. Pese a ello, en puestos más que reconocidos por sus importantes ventas de lechazo churro con garantía de calidad como el de Sinde Arriaga, vendedor del mercado del Val, apenas ha subido 80 céntimos si se compara con noviembre, y está euro y medio más barato que en diciembre del 2007.

La ralentización de los precios de la cesta de la compra durante el último mes, y en plena campaña de Navidad, parece demostrar que las fuertes subidas registradas por los alimentos a lo largo del pasado año han tocado techo. Aunque siempre hay excepciones como el coste del besugo que entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre ha aumentado el 132%, el del buey (261%) y el del centollo (519%), los más inflacionistas.

A tenor de lo que se veía ayer por la mañana en los mercados municipales del Val y del Campillo no son precisamente los alimentos más caros los elegidos por el ciudadano medio. De hecho, los puestos de las carnicerías en las que se vende el tradicional lechazo de Castilla y León eran los que soportaban las colas más largas, como en la carnicería de Antonio García, en un puesto del Campillo.

Junto a la lubina y el rape, el langostino vuelve a ser otro de los productos estrella. En este caso, el congelado grande se ha encarecido el 19%, pero el mediano ha bajado el 8%. Ayer se podían encontrar cocidos a 9,80 en la Madrileña, donde la pescadera Yolanda Rodríguez destacaba que «los precios no han subido apenas», antes de lamentarse de que «las compras no se han animado hasta los último doce o trece días. De momento, el mejor día ha sido hoy». En efecto, muchos productos mantienen el mismo coste de hace un año y de hace un mes, o incluso este ha descendido.

Las fruteras Laura Pérez, del Val, Monserrat Bermejo, de la Marquesina, y Montse Casares, del Campillo, también señalaban ayer que el precio de la fruta está estable o más barato que el año pasado. En este caso, la piña, la escarola, la granada y las uvas son las más vendidas para Navidad.

«Las compras han estado raletizadas y se han animado a último hora», explicaba ayer Pedro Recio, encargado de los mercados municipales, antes de lamentarse de que se percibe una bajada de clientes respecto a diciembre del año pasado en la misma época. Un hecho que confirmaron muchos de los vendedores de los puestos, entre ellos la pescadera María Jesús Cerrón, del mercado del Campillo, quien también insistió en que «los precios del pescado se han mantenido».