
IRENE SANZ
Domingo, 31 de agosto 2008, 04:14
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Rinconcito de Gredos, la única casa rural de Ávila totalmente accesible, ampliará sus instalaciones ya que se están realizando obras en el edificio para ampliar su capacidad de 25 a 35 personas, con cinco habitaciones más.
La idea de Miguel Ángel Fernández de hacer una casa rural accesible, surgió de la necesidad de un cambio de aires, de la falta de motivación en el trabajo que realizaba. Se trasladó desde Madrid a Cuevas del Valle, donde estableció su propio negocio. Como él usa una silla de ruedas, sabía cuales son las necesidades que requiere este tipo de turista. Por eso, decidió que el negocio que le alejaría del ruido de la capital sería una casa rural que ubicaría en Cuevas del Valle. Allí, regenta el Rinconcito de Gredos, le echan una mano sus padres y tiene contratada a una plantilla de cuatro personas. Entre todos atienden a los visitantes de la casa rural, que en estos momentos, como ocurre la mayoría de los fines de semana, tiene una ocupación del 100 %.
Los principios, en el año 2004, fueron difíciles, sobre todo la adaptación, el cambio de una vida en una ciudad de millones de habitantes a la vida en un pueblo de 540. Cuevas tiene sus inconvenientes y sus ventajas. La mayor de las ventajas es el entorno natural.
Ahora, está satisfecho con el cambio de vida y con el negocio. El establecimiento tiene una ocupación entre el 40-50 %, durante la semana, y un 100 % los fines de semana, puentes y el verano.
En realidad, que la casa rural sea totalmente accesible «no quiere decir que esté limitada a personas que se muevan en silla de ruedas, ni que la estética sea la de un geriátrico, ya que la decoración cuenta con todos los detalles». De hecho, "el 90 % de las personas que vienen no son discapacitados».
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Entre las diferentes facilidades que tiene el discapacitado en esta casa rural, se encuentran ascensores, rampas, interiores y exteriores, habitaciones sin ninguna barrera arquitectónica y baños con barras, para que se puedan ayudar, con secadores que están a la altura de una silla de ruedas o duchas con platos llanos. En los armarios, la barra en la que se cuelgan las perchas desciende para que se pueda colgar la ropa. En el restaurante, hay carta en braille y, además, las mesas tienen cuatro patas, no tienen punto central, lo que facilita que se pueda arrimar la silla de ruedas. Además fuera de las instalaciones, se pueden practicar diversos deportes, algunos de ellos también accesibles, que permiten disfrutar de la naturaleza y del entorno.
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