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S. ESCRIBANO
Jueves, 13 de marzo 2008, 11:05
La convocatoria de subvenciones a la vivienda de este año atiende una vieja reivindicación de las personas divorciadas y separadas y permite acceder a éstas a las ayudas para la compra y el alquiler a pesar de ser propietarias de otra casa. El requisito de no ser dueño de una vivienda cerraba el acceso a las ayudas a este colectivo al figurar como propietarios de un domicilio familiar que han tenido que abandonar y deja de ser su vivienda habitual tras la ruptura con su pareja. Separados y divorciados quedan liberados de cumplir este requisito indispensable para el resto de los beneficiarios de las ayudas, a excepción de los supuestos de lo que se conoce como «cesión temporal de vivienda», que atañe a las víctimas de malos tratos, las situaciones de emergencia social y los realojos por rehabilitación de barrios.
«Queremos llegar en cuatro años a 100.000 familias», precisó ayer Antonio Silván, consejero de Fomento del Gobierno autonómico. El responsable de la política regional de vivienda defendió que la convocatoria de ayudas que publicaba ayer el Boletín Oficial de Castilla y León pretende atender nuevos supuestos, «con más dinero, flexibilizando los requisitos y ofreciendo un mejor servicio a los ciudadanos».
El consejero destacó la mejora que la Junta hace de la renta básica de emancipación del Ministerio, ampliando la cuantía en 30 euros mensuales hasta alcanzar los 240 y la horquilla de edad de los beneficiarios, fijada entre los 18 y los 36 años en Castilla y León cuando en el resto del país está entre los 22 y los 30 años. La convocatoria del 2008 atiende el mandato de la Ley de Apoyo a las Familias y establece ayudas complementarias para aquellos solicitantes que hayan visto como aumentaba de golpe la familia con un parto o una adopción múltiple. En el caso de compra de vivienda, serán 1.500 euros añadidos al resto de ayuda y en el de alquiler se incrementará la subvención el 5%.
Estas familias se incorporan así al grupo de trato preferente que integran los jóvenes, los mayores de 65 años, las familias numerosas y aquellas con un único progenitor, los hogares con hijos menores a cargo o con una persona con discapacidad, los emigrantes retornados, las víctimas de malos tratos y las víctimas del terrorismo, casos, estos últimos, en los que la Junta aumenta este año el 5% la ayuda al alquiler.
Entre los requisitos que se han suavizado para facilitar el acceso a estas subvenciones públicas está el del precio máximo que debe costar una vivienda, que se ha incrementado para situarse en los 236.000 euros en las ciudades más caras, caso de Valladolid o Segovia, y el mínimo de renta exigible para hacer frente a un alquiler o una compra, «que se reduce para no dejar fuera de estas ayudas a los mileuristas», explicó Silván.
53.512 ayudas
Los datos ofrecidos ayer por el consejero sitúan en 53.512 el número de ayudas concedidas desde el 2003 al 2007, con un incremento del 245% entre los dos años. De este montante de ayudas, 41.574 son de alquiler -«la mayoría para jóvenes», apuntó Silván- y 7.838 son para casas en el medio rural con préstamos a bajo interés por valor de 500 millones de euros.
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