El Supremo ratifica que Gayubo no cometió estafa y fraude en ayudas a La Fábrica de Abarca

El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia de la Audiencia Provincial de Palencia que absolvió al galerista de arte Evelio Sanz Iglesias, conocido en el mundo profesional como Evelio Gayubo, de los delitos de estafa, estafa procesal, obtención fraudulenta de ayudas y falsedad documental, de los que había sido acusado por los autores del proyecto y dirección de obras de la remodelación de la antigua fábrica de harinas de Abarca de Campos, que Gayubo había convertido en un centro de arte contemporáneo. Todos ellos -los arquitectos Pedro Gallego de Lerma, Ignacio Vela Cidad y Florentino Díez Sacristán, el aparejador José Ignacio Iglesias Franco y el contratista de las obras, Francisco Ruiz Cano- se querellaron contra él por un supuesto mal uso de una subvención de 60.000 euros del grupo de acción Local Adeco Canal para financiar la reforma de La Fábrica.

En el juicio celebrado en la Audiencia en febrero de este año, la Fiscalía había pedido para Evelio Sanz tres años de cárcel por un delito de estafa y otra pena de dos años por obtención fraudulenta de subvenciones. La acusación particular, que ejercieron los querellantes, pidió para el acusado tres años de cárcel por estafa, seis por estafa procesal, dos por obtención fraudulenta de subvenciones y seis meses por falsedad documental. De todas estas acusaciones fue absuelto Evelio Gayubo. La sentencia fue recurrida por los querellantes y ahora el Supremo la ha ratificado, imponiéndoles el pago de las costas. El fallo del Alto Tribunal rebate cuatro argumentos del recurso y da la razón al galerista vallisoletano.

Por su parte, Evelio Gayubo, tras conocer el contenido de la sentencia del Supremo, reactivará la demanda civil que presentó contra sus querellantes -antes de que éstos se querellaran contra él- por los daños ocasionados por la reforma de la antigua harinera, que motivaron el cierre de la misma y la desaparición del centro de arte contemporáneo. El galerista les reclamó en un primer momento 2.407.951,77 euros, pero ahora, cerrado el proceso penal, incrementará la indemnización. Uno de los motivos que alegará es que la fábrica ya no le pertenece, porque desde el 27 de septiembre pasado el banco al que solicitó el crédito para financiar las obras de remodelación del edificio se ha hecho con la propiedad por el impago de la hipoteca. Además, los daños morales que esta querella le ha originado, la pérdida de imagen y la recuperación del dinero que pagó al contratista de la obra, son otras causas que llevarán a Gayubo a incrementar la indemnización que reclamará.

Evelio Gayubo compró en 1988 la fábrica de Abarca de Campos, que conservaba en buenas condiciones la maquinaria que se usó para la elaboración de harina. A mediados de los años noventa, la abrió como centro de arte contemporáneo, donde celebró exposiciones y conciertos. En el año 2000 se cerró para realizar las obras de reforma, pero ya nunca se ha reabierto por la mala ejecución de la reforma.