«Si uno es deudor, a veces no hay más remedio que vender la plata de la casa»

El consejero del Tribunal de Cuentas y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales Juan Velarde Fuertes, que el 13 de enero pasado visitó Valladolid para dar una conferencia en el Foro Económico de El Norte de Castilla, evocó la situación vivida en Alemania a comienzos de los años treinta, cuando Adolf Hitler y el partido nacionalsocialista logró el poder para compararla con el momento que atraviesa ahora España. Eso sí, con algunas diferencias porque aquí no existe la tensión social que en el país germánico desembocó en la posterior dictadura del Tercer Reich, aunque en su opinión, esa tensión aumentará cuando el Gobierno que preside Mariano Rajoy se decida a la adopción de «medidas molestas».

Dibuja un panorama complicado para la economía española en el año 2012 y, a diferencia de otros economistas, no le he oído decir si al final de este túnel hay luz.

Es que no sé si hay final del túnel o no. Veo que hay túnel y habrá que picar mucho para conseguir salir al otro lado del monte si utilizamos esa metáfora del túnel. Por lo tanto, no hay luz todavía. Debemos conseguirla a base de toda clase de herramientas, trabajando como locos.

Después de cuatro años de crisis España es más pobre, está más endeudada y tiene una economía menos competitiva, ¿esto nos coloca en una dificultades especiales para alcanzar el objetivo de recuperación?

Por seguir con el símil del túnel. Ha habido derrumbamientos. De manera que no solo hay que avanzar en la dirección a la posible salida, además tenemos que desescombrar continuamente. Un desescombro determinado por los disparates que se han llevado a cabo a lo largo de estos cuatro últimos años. No era que hay una crisis mundial y nosotros vamos haciéndolo bien, y por lo tanto vamos a tener problemas pero otros países también los tienen y han salido adelante con comodidad... No, no, hemos tratado en ocasiones de hacer barbaridades y hemos quedado a veces atrapados por detrás y por delante en el túnel. Eso ha sido lo peor.

Ponga un ejemplo de una de estas situaciones.

Pues de pronto se anuncia que no va a haber más energía nuclear. Y se dice: 'Voy a hacer desaparecer la energía nuclear'. ¡Pero si esa es la barata, la que necesitamos urgentemente! Pero aún así se insiste, 'hay que miedo nos da esto. Cerremos, eliminemos la energía nuclear'. Eso es un derrumbamiento y a continuación hay que proceder a desescombrarlo. Con la energía cara pasa lo que me contó una vez Jaime Lamo de Espinosa: Éramos exportadores de algunos productos agropecuarios a Francia, pero ahora la agricultura, y aquí en Valladolid se sabe bien, está cada día más mecanizada y necesita mayor cantidad de energía. Como es más cara, antes exportábamos estos productos a Francia y ahora, los importamos de allí, porque ellos tienen una energía más barata que nosotros. Eso es lo que nos pasa.

Creo entender en sus charlas que es más partidario de la eliminación de trabas que de la aplicación de políticas proteccionistas, más partidario de la apertura de los mercados.

Ese es el juego. Tenemos que ser más competitivos, que significa ser capaz de hacerlo mejor que el extranjero que llega a España y, al tiempo, salir fuera porque como consecuencia de la caída del consumo en España, pues que podamos colocar las cosas aceptablemente bien en el exterior.

Está considerado como una de las personas que influyen en el partido en el Gobierno, el Partido Popular. ¿Atienden sus recomendaciones?

El partido en el Gobierno ha empezado con medidas que todo el mundo, o mucha gente, ha dicho que eran desagradables y a mi me ha parecido que lo han hecho bien. Eso no quiere decir que exista ninguna vinculación especial. Soy un personaje independiente que he hecho siempre lo que me ha dado la gana. En 1959, cuando la apertura y la oposición de Suances, pues atacábamos aquello, o cuando con Enrique Fuentes Quintana en cabeza pedimos la creación de un Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas o hay que estratificar el Banco de España, pues lo decíamos. Habría quien podría creer: 'estos señores son los asesores del Gobierno'. Pues no, éramos y somos economistas que decimos lo que opinamos honradamente. Y vemos que si un gobierno cualquiera actúa en ese sentido lo alabamos y si no lo hace, pasamos a criticarlo.

¿De la crisis nos sacarán las medidas que adopte un gobierno o los ciudadanos y los empresarios?

El Gobierno ha empezado bien. Ahora es necesario que continúe. O sea, que no se asuste, porque es verdad que a toda persona a la que le molestan de inmediato da un chillido y si se hacen caso de esos chillidos estamos perdidos. Eso va a depender de los políticos y de sus asesores. Han empezado bien, vamos a ver cómo siguen.

Defiende comenzar cuanto antes a pagar la deuda exterior, que calcula entre 1,7 y 1,8 billones de euros. ¿Eso exigirá medidas más drásticas, nuevas subidas de impuestos?

A la fuerza, a la fuerza. No hay otro medio. Cuando uno es deudor, a veces no queda otro remedio que vender la plata de la casa. Tendremos que ver, y eso siempre es un poco antipático, si la empresa pública tal o cual pasa a manos extranjeras. Bueno, pues sí. Es lo que nos hemos buscado. O hay que aplicar medidas para poder exportar y para eso necesitamos rebajar los ingresos que los diversos miembros de la comunidad laboral tendrían que recibir. Tenemos que hacerlo. Es así de molesto, pero no hay vuelta de hoja.