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Una camarera trabaja en el Eh Voilà! junto a su compañero robótico. Rodrigo Jiménez

El robot camarero ya sirve mesas en Valladolid

Un restaurante de la zona de La Antigua adquiere el primer droide que realiza estas funciones en la ciudad y su dueño recalca que «llega para ayudar a los trabajadores, no para sustituirlos»

Marco Alonso

Valladolid

Miércoles, 31 de agosto 2022, 00:06

Los clientes que se han pasado durante los últimos días por el restaurante Eh Voilà! de Valladolid se han encontrado con un nuevo camarero que es de lo más inusual. La reciente incorporación de la céntrica crepería vallisoletana habla, interactúa con los comensales y lleva las comandas a las mesas, pero lo hace sobre ruedas y puede llegar a cargar hasta 40 kilos en un mismo viaje. Este nuevo trabajador es un robot de fabricación china, trata de imitar el aspecto de un felino en su pantalla y aún no ha sido 'bautizado' por sus dueños, aunque su nombre de fábrica es 'Bella Bella'.

Mario Soriano es el gerente de Eh Voilà! y de esta manera resume la razón por la que ha decidido contar con este nuevo miembro en su equipo: «El robot nos ayuda a quitar una serie de tareas a los camareros que no aportan valor añadido al cliente. Llevar los platos de una zona a otra no aporta nada a las personas que vienen a comer o a cenar y el robot nos ayuda en ese tipo de trabajos», indica Soriano, que recalca que su nuevo droide no sustituirá a un profesional de carne y hueso. «Un robot no puede, ahora mismo, asesorar a un cliente en unos platos o decirle qué puede o no comer si tiene algún tipo de intolerancia. Eso lo tiene que hacer un humano. El camarero robótico solo alivia de trabajo físico al humano», añade.

¿Un riesgo para el empleo?

El gerente del Eh Voilà! repite una y otra vez que el robot camarero no llega a su establecimiento para suplantar a sus empleados. «Hemos comprado el robot para que ayude a los camareros, no para que los sustituya. Es un asistente que sigue las instrucciones que le da el humano. Lo que hacemos es marcar en la pantalla dónde y en qué orden queremos que vaya, lo lleva y luego el camarero coge los platos y se los sirve al cliente», apunta Mario Soriano, que cree que este tipo de ayuda evitará lesiones a sus empleados. «El robot lleva de una vez todos los platos y la cristalería sin tener que cargar de peso a un camarero. Quitas carga de trabajo y mejoras la calidad del personal. Los trabajadores están encantados porque este 'juguetito' mejora la calidad de su trabajo», indica.

Mario Soriano, junto a su nuevo 'empleado' robótico. R. Jiménez

16 son las personas que trabajan en el Eh Voilà!, seis de ellas como camareros de mesas, y una es Ikram Majdi, que ve aspectos positivos en su nuevo compañero robótico, aunque reconoce que puede ser una amenaza en el futuro. «Me parece espectacular. Te ahorras llevar platos calientes y cargar con mucho peso, pero también he pensado que en unos años a lo mejor aquí solo vemos robots y ningún camarero. Esperemos que en el futuro no nos quiten el trabajo, pero vete tú a saber», afirma Ikram.

Pese a los temores de esta camarera, su jefe cree que el droide puede hacer que haya más personas interesadas en trabajar en este restaurante, en el que no se carga peso ni se corre el riesgo de quemarse al llevar un plato. «La posibilidad de tener un robot hace que los trabajadores puedan hacer mejor su trabajo y en un mercado como este, con falta de profesionales, lo que vamos a conseguir es que haya más gente que quiera trabajar con nosotros», aseveran desde el restaurante, que no ocultan que la falta de trabajadores se agravó con la llegada de la crisis sanitaria. «Con la pandemia hemos tenido que renovar la plantilla. Esto ha pasado en toda la hostelería, no solo aquí. Hemos estado en ERTE por las exigencias sanitarias y mucha gente que trabajaba con nosotros decidió cambiar de sector», reconocen.

El camarero robótico no se pone malo y no hay que pagarle seguros sociales, pero tiene un coste muy elevado, tal y como desvela Mario Soriano. «La inversión es 12.000 euros más IVA, a lo que hay que añadir el coste del servicio de mantenimiento y la garantía, que se puede ampliar. La cifra total se puede ir hasta los 14.000 euros», revela el hostelero, que espera recuperar parte de la inversión con la llegada de la clientela que se acerque al restaurante para ver al nuevo miembro del equipo. «El viernes pasado vino un matrimonio con su hija porque se habían enterado de que teníamos un robot y querían verlo. Vinieron a comer solo para ver el robot. Desde el punto de vista del marketing también es una herramienta que, ahora mismo, nos está sirviendo para atraer clientela», apostilla Soriano.

Intento fallido en Laguna

Otro robot ya ha trabajado en la hostelería vallisoletana, concretamente en el restaurante 'La Mimosa' de Laguna de Duero hace cinco meses, pero allí no tuvieron una buena experiencia y decidieron prescindir de él tras cuatro días de trabajo. «Hicimos una prueba para que trabajase con nosotros en la terraza, pero no salió bien. Se perdía por el asfalto y no localizaba bien los obstáculos por el sol», explican desde 'La Mimosa'. No obstante, en el Eh Voilà! el trabajo será en el interior del local y no han detectado estos problemas, por lo que esperan que este nuevo empleado sea un indefinido más en su plantilla.

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