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N. LUENGO
Valladolid
Miércoles, 26 de septiembre 2018, 13:41
Fútbol. Ese era, hasta hace poco, el principal entretenimiento de los alumnos de Primaria del colegio Santa Teresa de Jesús durante sus recreos. Los profesores del centro, queriendo buscar otras alternativas de juego y divertimento para sus pupilos, han transformado su patio con pinturas de juegos tradicionales. Lo han convertido en un espacio que sirve para «fomentar la inclusión, la dinamización y la imaginación de los niños».
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En una época en la que el ocio es cada vez más tecnológico, la rayuela, las chapas o el tres en raya vuelven a hacerse hueco entre las preferencias infantiles. «El fútbol lo ocupaba todo», explica Belén Crespo, una de las profesoras del centro. «Son doce clases las que coinciden a la misma hora en el patio y teníamos muchos conflictos con los balones. Pero prohibir jugar al fútbol no nos parecía el mejor remedio. Por eso pensamos que lo mejor era proponer otras alternativas con las que los niños disfrutasen». Esta idea surgió el año pasado, pero hasta este curso que acaba de arrancar, la meteorología no ha permitido llevarla a cabo.
El pasado fin de semana, el claustro de profesores se reunió en el patio. Todos iban provistos con botes de pintura, rodillos y cinta adhesiva para pintar en el suelo diversos juegos tradicionales y dar una sorpresa a sus alumnos. La rayuela, el tres en raya, varios circuitos y campos de fútbol-chapas han servido para llenar de color y de risas la hora del recreo. Una iniciativa sencilla, económica y efectiva que los niños han acogido con gran entusiasmo. Ahora, en el patio también se escucha cantar a los pequeños, mientras hacen corros para jugar al 'Conejito de la suerte' o al 'Toma Tomate'. Juegan a las palmas, saltan a la comba o la goma y los hay que bailan la peonza. Los niños llevan sus chapas de casa, algunas, verdaderas obras de artesanía, con las caras de sus jugadores favoritos. Pero como para muchos el balón sigue siendo su preferido, cada día de la semana, uno de los cursos acude a otro patio pequeño del colegio para jugar al fútbol. «Los nuevos juegos les divierte y les estimula de muchas maneras. Pero lo mejor de todo es la integración. Antes, si a alguno de los alumnos no le gustaba o no quería jugar al fútbol, se veía apartado. Ahora, todos juegan y si alguno no sabe, se enseñan entre ellos», añaden los profesores de Primaria.
Otra de las ventajas que el claustro de profesores del Santa Teresa de Jesús encuentra en esta iniciativa es la de recuperación de las tradiciones y la cultura. «Son juegos de toda la vida, que nunca pasarán de moda y que, además, no conllevan ningún peligro. Ahora el patio es mucho más alegre y a los profesores nos facilita la tarea de cuidar los recreos, porque hay menos choques y golpes de balón», concluye Crespo.
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