De comprar por encargo y en ferias, a crear su negocio de ropa alternativa

valladolid. «Ha sido un año duro, pero repetiría sin pensármelo». Este es el balance que hace la emprendedora Patricia Rojo Valtierra (39) del primer año de andadura de su negocio. Se trata de una tienda de ropa llamada No Drama, que está situada en el número 17 de la céntrica calle Regalado.

Esta emprendedora estudió Publicidad y Relaciones Públicas y aunque le hubiera gustado dedicarse a ello profesionalmente, su situación personal le llevó a empezar a echar una mano en la empresa familiar, en la que ha permanecido durante 19 años. Un trabajo que se convirtió en una verdadera escuela para ella, ya que le permitió estar de cara al público y dedicarse a la imagen de las cinco tiendas de lencería propiedad de su familia. «Me encargaba de organizar eventos, inauguraciones, ferias y sobre todo a montar escaparates, de hecho, todavía sigo ayudando», explica.

Por motivos laborales, siempre tuvo que viajar mucho a otras ciudades como Málaga, Ibiza, La Coruña y en ellas observó un estilo diferente de ropa al que ella estaba acostumbrada en Valladolid. «En estas ciudades, la gente lleva prendas más desenfadadas, más informales y cómodas que en Valladolid, y ese es precisamente el tipo de ropa que a mí me gusta y que me resultaba muy difícil encontrar aquí», comenta Patricia.

Los inicios

Empezó a comprar ropa a sus amigas en cada uno de sus viajes y vio cómo estas quedaban muy satisfechas con sus elecciones. Así que decidió participar en ferias y pequeños markets, con prendas y complementos que a ella le gustaban. «Poco a poco vi que la gente me pedía más y más y me preguntaban cuándo volvería a poner mi puesto. Ahí me di cuenta de que tal vez sería una buena idea montar mi propia tienda», explica.

Esta idea que le rondaba la cabeza comenzó a tomar forma cuando por casualidad aparcó en la puerta de un local en alquiler en la calle Regalado. «Vi el cartel y supe que tenía que ser mío. Era o aquí o nada», explica muy segura. Tras llevar a cabo una pequeña reforma en el local y aplicar grandes dosis de imaginación para la decoración del mismo, Patricia inauguró su tienda. «He tenido gran ayuda familiar y de amigos. Me decanté por ofrecer una imagen distinta y alternativa. Los percheros donde cuelgo mi colección, los he hecho yo misma con tubería de cobre, y las estanterías son cajas de fruta restauradas», explica esta emprendedora, a quien le vino muy bien su experiencia anterior como escaparatista.

«Elegí el nombre de No Drama para mi tienda porque quería dar un mensaje optimista. Yo me había llevado muchos palos en las ferias hasta que hice una clientela fiel y siempre me decía a mí misma: «No drama, no drama. Sigue adelante». Con este nombre «quiero hacer ver a la gente que de todos los problemas se puede salir», afirma esta nueva empresaria vallisoletana, para quien lo más importante es que la gente que entre a su tienda se lo pase bien. «Lo que quiero es que disfruten el rato que estén aquí. Comprar es muy divertido y venir a No Drama hará que se convierta en toda una experiencia», completa Patricia, muy orgullosa de su colección de moda joven y actual, con un estilo desenfadado y casual.

Dificultades al emprender

«Es complicado emprender, y más en mi caso, ya que no soy una emprendedora al uso. Yo llevo como autónoma 19 años y a pesar de haber montado ahora mi tienda, no me consideran una nueva empresa, por lo que no he recibido ninguna ayuda», se lamenta.

A la hora de buscar financiación, tuvo mucha más suerte. Patricia es cliente habitual del BBVA, y en el personal de la oficina de la calle Santiago encontró grandes aliados para sacar adelante su proyecto empresarial. «Me han apoyado mucho y me han financiado cuando nadie más quería hacerlo. Sin su ayuda, No Drama no hubiera sido posible», concluye muy segura.