
PACO AGUADO
Miércoles, 7 de septiembre 2011, 03:07
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El torero vallisoletano Leandro confirmó ayer que reaparecerá mañana jueves en la plaza de Valladolid, apenas un mes después de que, lidiando un toro a puerta cerrada, se seccionara accidentalmente el nervio cubital del brazo izquierdo con su propia espada. El joven espada ha decidido «hacer el esfuerzo» para torear mañana junto a José Tomás, a pesar de no estar recuperado al cien por cien del percance, que le reduce la fuerza y la sensibilidad de los dedos de la mano.
«Cuando me intervinieron, el 6 de agosto, los médicos fijaron en seis meses la recuperación total del nervio y del brazo -explica Leandro-, pero el gran trabajo del doctor Ortega ha hecho que, aun sin estar recuperado del todo, sí tenga fuerza suficiente para sujetar la muleta». «Decidí volver a torear ayer mismo -continúa-, después de probarme con unas vacas en el campo de Salamanca. Antes tenía muchas dudas, porque tenía problemas para entrenar de salón, ya que no tengo sensibilidad ni fuerza en los dedos anular e índice de la mano izquierda y la muñeca se me dobla en alguna ocasión. Pero delante de las vacas no me pasó y por eso he decidido dar el paso».
Para poder torear al natural, es decir, con la muleta en la mano izquierda, Leandro está teniendo que «potenciar el agarre de los otros dedos de la mano» y tendrá que usar un vendaje funcional. «Es una sensación rara -reconoce-, porque tengo un tacto distinto al habitual, pero con las vacas pude mover la tela con cierta normalidad. A medida que fui toreando, iba sintiendo más fuerza. Lo que sí tengo que evitar es que se me cargue el brazo, porque entonces se me duerme desde el codo hasta las yemas de los dedos». «La suerte, si buscamos la parte positiva, es que la lesión afecta a la mano izquierda, porque de haber sido en la derecha me hubiera impedido entrar a matar. Y como hasta ahora la mano me ha respondido medianamente bien, voy a forzar un tanto la situación. No es ninguna locura, porque, aun sin estar al cien por cien, me veo capaz de afrontar el compromiso».
Por este percance y por la cornada sufrida en mayo en Valladolid, Leandro no pudo estar en dos ferias tan decisivas como las de San Isidro y Bilbao. «Eso ha sido lo más duro y lo que más me afectó psicológicamente. Por eso he preferido adelantar la vuelta a los ruedos, porque estoy deseando ponerme de nuevo delante del toro. Aún hay tiempo para conseguir los objetivos que me había marcado a primeros de una temporada que tiene que ser muy importante para mí», concluye el torero vallisoletano.
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