De San Lorenzo al puente de San Lázaro

La última actuación importante en el tramo urbano del río Eresma se realizó en el 2007 con el proyecto de recuperación de las riberas entre Vía Roma y La Fuencisla. Fue una actuación cofinanciada por el Ministerio de Medio Ambiente con fondos Feder a través de la Sociedad Estatal Aguas del Duero, que aportó el 70% de los 8,4 millones de euros invertidos; otro 15% lo puso la Junta de Castilla y León y el 15% restante el Ayuntamiento.

Ya hace tres años de aquellas obras que cambiaron el aspecto descuidado del río a su paso por la ciudad. Los problemas detectados y resueltos eran de pérdidas de suelo, impactos paisajísticos, vertidos y escombreras en las riberas del Eresma y también del Ciguiñuela, entre el barrio de San Lorenzo y el puente de San Lázaro, donde finalizó la actuación. Desde entonces, en algunas zonas de las riberas volvió a ser visible el cauce que estaba oculto tras la vegetación y los desperdicios. El paseo de ribera se recuperó y acondicionó desde el entorno de la antigua fábrica de Loza, además de la Huerta del Baño para instalar los huertos de ocio, pero el proyecto incluyó el arreglo de la calle de Los Molinos, la recuperación de la zona verde en la trasera de San Vicente, la restauración del puente de la fábrica de Borra con una nueva pasarela de madera y varias sendas, entre ellas la del Cretácico, que va desde el puente de San Lázaro hasta la pasarela de San Pedro Abanto, desde la que se ve el tramo del río en el que se está actuando ahora.