BP intenta sellar el escape de crudo del golfo de México con barro y cemento
MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
Martes, 25 de mayo 2010, 02:48
Después de la campana, el sombrerito y el sifón, pero antes del chute de basura, BP planea probar esta semana un chute de barro y cemento para taponar la boca del pozo del que se escapan diariamente 210.000 litros de petróleo desde el accidente del 20 de abril.
«En mi mente, BP ya no significa British Petroleum, sino Beyond Patience (Por encima de la paciencia)», dijo frustrado el congresista Richard Durbin al visitar la zona ayer. «La gente de esta zona lleva 35 días esperando a que detengan el escape».
La nueva fórmula, bautizada como 'Top Kill', nunca ha sido probada en las aguas profundas en que se encontraba la plataforma Deepwater Horizon y ni siquiera tiene consigo todas las bendiciones de sus creadores. El jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, dijo a CNN que el invento cuenta con un 60% ó 70% de posibilidades de éxito, pero insistió en que si ésta no funciona tienen otras opciones a mano.
Lo que se está acabando es la paciencia, no sólo de los habitantes de la costa, sino también del Gobierno de Luisiana y del Gobierno federal. Con la imagen de los primeros pelícanos embadurnados de petróleo, el gobernador Bobby Jindal denunció ayer que las barreras para detener la marea negra han estado aparcadas en tierra sin moverse por cuestiones burocráticas. «Está claro que no tenemos los recursos que necesitamos para proteger esta costa», afirmó. Mientras amenazaba con «tomar cartas en el asunto», le acompañaba la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y el secretario del Interior, Ken Salazar, a quien Obama ha vuelto a despachar a la zona del desastre para paliar sus efectos en la opinión pública.
El pie en el cuello
Una encuesta de CNN estima que el 76% de la población suspende a BP en el manejo del vertido, pero el Gobierno federal también pincha con un 51% de las opiniones severas. El ministro del Interior reconoció esa frustración y aseguró el sábado que no piensa «quitarle el pie del cuello a BP» hasta que se vean los resultados, porque si descubren «que no están haciendo lo que se supone les echarán a un lado». Sin embargo, el propio jefe de la guardia costera, almirante Thad Allen, ha reconocido que tienen que aguantar las inconsistencias de BP porque son quienes tienen los conocimientos y los medios para llevar a cabo la operación.
Napolitano aseguró que el Gobierno ha encargado un estudio «a los mejores científicos del mundo» para determinar la cantidad exacta que se está escapando del pozo accidentado, y ya muchos expertos han afirmado que puede ser diez veces mayor de lo que BP estima.
Con pérdidas de hasta el 25% en el valor de sus acciones, BP prometió ayer un fondo de 500 millones de dólares (403 de euros) para estudiar el impacto ecológico del accidente a lo largo de diez años y aseguró que comparte las frustraciones del público y de la Casa Blanca. «Necesitamos que (el chute de cemento) funcione», anheló su jefe de operaciones.
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