La ley atrapa el mal olor
El Juzgado de lo Contencioso da la razón a la comunidad de propietarios que denunció a un establecimiento de comidas por irregularidades en la salida de humos
ANA NUIN
Domingo, 25 de abril 2010, 11:29
«El olor se mete en las casas y es insoportable. Yo vivo en el quinto y llega hasta aquí, pero los vecinos del primero y el segundo tienen que cerrar en ocasiones las ventanas, porque no se puede soportar. Unas veces es a sardinas, otras a potaje, todo tipo de comidas». José Castaño, presidente de la comunidad de propietarios del edificio número 18 de Fray Toribio de Motolimia, es uno de los diez vecinos que desde hace dos años vienen sufriendo los humos y los malos olores procedentes del establecimiento de hostelería situado en la parte baja del inmueble.
Ahora han ganado la primera batalla judicial -ya se ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León- contra el Ayuntamiento de Zamora y el propietario del local. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo les ha dado la razón en el pleito iniciado para conseguir la anulación del acuerdo por el que la Junta Local de Gobierno autorizó, el 18 de enero del 2008, la licencia ambiental y de obra solicitada por el dueño de Casa de Comidas Fray Toribio.
El juzgado ha declarado sin efecto el acto administrativo del Ayuntamiento «porque la salida de humos no se acomoda a la normativa urbanística aplicada en aquel momento». Este tipo de instalaciones, según explica la sentencia, deben hacerse siempre mediante conductos estancos hasta la cubierta del edificio.
Sin embargo, el hostelero hizo la salida de humos por ventanas de luz al patio posterior de la comunidad de propietarios y a través de elementos comunes.
Para los residentes en el inmueble, el olor a comida no sólo no estimula el apetito, «de hecho, nos echa para atrás», sino que significa constantes molestias en su vida cotidiana, incluso cuando lavan la ropa, «porque al tenderla fuera se impregna todo el olor», explica Castaño.
Dos años de «dejadez»
Los vecinos no entienden «la dejadez» de la institución municipal durante estos dos años. En las alegaciones presentadas en su día se denunciaba también el incumplimiento de la distancia entre bares, un aspecto que también reconoce la sentencia, pero fundamentalmente las irregularidades en la salida de humos. «Sin embargo, ha continuado dando comidas mediante una cocina industrial y sacando el humo por ventanas de luz», lamenta el portavoz vecinal, que argumenta que «si en su día el constructor no hizo una chimenea de humos hasta el tejado, sería porque el local no iba destinado a ese tipo de negocio».
La resolución judicial ha sido recurrida ante el tribunal regional, según indicó el propietario de la casa de comidas, Francisco Lobo, que atribuye buena parte de la responsabilidad del conflicto que mantiene con los vecinos al departamento municipal de Urbanismo, «porque no puede ser que se tarden dos años en conceder licencias, que es lo que está pasando en Zamora».
Lobo lamenta también la cerrazón de los vecinos ante su intento de solucionar el problema con la ejecución de obras en el tejado, una negativa que los habitantes del inmueble justificaron en que «podían suponer un peligro para el edificio».
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