Negocios de tú a tú
Las startups basadas en la economía colaborativa están creciendo rápidamente, animadas por la crisis pero también por las nuevas herramientas de geolocalización
ANTONIO VILLARREAL
Lunes, 2 de junio 2014, 20:49
En 1995, a Pierre Omidyar se le ocurrió que, por ejemplo, una tienda de lámparas de Argentina y un salón poco iluminado de Noruega podían necesitarse mutuamente. Así nació eBay. Al mismo tiempo, Jeff Bezos pensó que quizás un lector podía encontrar esa novela descatalogada en una librería de otro país y adquirirla, además, a un precio reducido que compensara el transporte. Así nació Amazon.
Hoy, estas empresas dominan ampliamente el mercado global, sin embargo, una nueva generación de empresas está naciendo a su sombra, aprovechándose de una nueva coyuntura. Estas tendencias, según analistas de la industria, se están trasladando de lo global a lo personal, de las ideas a los servicios, de las grandes corporaciones a las grandes masas (que hacen posible, por ejemplo, proyectos de crowdfunding) y del reparto a los servicios on-demand.
No tradicional
Airbnb y Uber son dos de estas nuevas empresas. La primera ofrece alojamiento y la segunda transporte, pero, a diferencia de una agencia de viajes tradicional, aquí tanto la habitación como el coche son particulares, que los ofrecen a otros particulares. Se elimina el intermediario, o más bien, se sustituye ya que estas empresas obtienen una comisión por poner a ambas partes en contacto. Uber y Airbnb, fundadas en 2008 y 2009 en San Francisco por empresas de capital riesgo, tienen ya una valoración estimada entre los 2.500 y los 3.500 millones de euros y ya se han animado a dar el siguiente paso: competir de tú a tú contra las redes oficiales de hoteles y taxis.
El pasado 14 de mayo, en Barcelona, Jeroen Merchiers y Pierre-Dimitri Gore-Coty, directivos de Airbnb y Uber en Europa, pidieron acabar con la hiperregulación que, según ellos, existe en los sectores de hoteles y taxis de la ciudad, que acusan a estas compañías de competencia desleal. A finales de abril, abrió a Uber un expediente para "controlar que todas las actividades anunciadas para esta empresa se hacen bajo el vigente marco normativo", anunció Santi Vila, consejero de Territorio y Sostenibilidad, añadiendo que las multas por operar taxis sin licencias pueden acarrear hasta 2.000 euros de sanción.
Menos regulación
La economía colaborativa también está prosperando en otros sectores. Empresas como Laundrii permiten a sus usuarios estadounidenses que otros, cerca de su domicilio, les hagan la colada a cambio de 10 dólares, lo que incluye recoger la ropa, lavarla y doblarla.
99dresses, fundada por una chica australiana de 20 años llamada Nikki Durkin, conecta a miles de personas interesadas en intercambiar ropa a través de una aplicación. Su idea: "Tengo un armario lleno de ropa y nada que ponerme, y a todas mis amigas les pasa lo mismo, así que decidí resolverlo".
Pero, ¿y si en vez de prestar un vestido se presta dinero? Esta es la idea fundamental de LendingClub, el club del préstamo, una plataforma que permite a sus usuarios pedir prestados entre 1.000 y 35.000 dólares a otros usuarios. A día de hoy, más de 4.000 millones de dólares han pasado de unas manos a otras a través de este club.
En todos estos negocios, la clave principal para estimular la confianza está en los votos positivos y negativos de la comunidad. En 99dress se llama "karma", en LendingClub se muestra el historial crediticio, pero todo se basa en el mismo concepto: elegir al mejor proveedor.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.