Obituario

Un último adiós a quien contribuyó a la historia de Cuéllar

Amigos, vecinos y familiares del historiador y escritor Jesús de Benito se reunieron este fin de semana en su Cuéllar natal para dar el último adiós al que también fue profesor de Historia y Geografía, investigador, además de investigador, que falleció el pasado día 10 de octubre en San Sebastián. Esta era la ciudad en la que residía, aunque siempre que podía regresaba a su querida villa cuellarana, donde habitualmente pasaba largas temporadas, especialmente durante el verano.

A lo largo de toda la mañana del sábado, familiares y amigos se reunieron en el cementerio de la localidad, donde se depositaron sus cenizas, en un sencillo pero emocionante y solemne acto. A modo de homenaje, se leyó un poema y se recordó su figura. Ya por la tarde, en torno a las 19:30 horas, su amigo Salvador Guijarro le honró realizando un toque de campana manual en su memoria.

Puede ser un gesto habitual en las honras fúnebres, pero en esta ocasión cobra mayor sentido, ya que De Benito era un gran aficionado y estudioso de las campanas de toda la geografía nacional, sobre las que realizó numerosos análisis e investigaciones.

Muchas de estos análisis estuvieron ligados a la villa de Cuéllar, y no solo a sus campanas, sino también a sus sacristanes, como descendiente de una estirpe de ellos. Todo ello sin olvidar su historia y pasado, ya que publicó numerosos artículos divulgativos en la revista La Villa.

En el año 2012, vio la luz una de estas pretensiones, denominada 'Los sacristanes de la villa de Cuéllar (s. XII-XX)'. En concreto, el escritor se centró en el protagonismo de estos servidores laicos de las numerosas parroquias e iglesias integradas en el cabildo eclesiástico del municipio segoviano.

En 2018 presentó 'En la frontera del Duero-Cuéllar altomedieval (s. X-XI)', una investigación sobre la existencia del enclave de Collar/Quwillar en ese territorio delimitado por el Duero y las sierras del Sistema Central, destacando su relevancia a'nterior al siglo X, así como de la destrucción de Cuéllar por Almanzor en su campaña del año 977.

Tras el recuerdo de Jesús de Benito con el toque manual de las campanas de la iglesia de San Miguel, el templo acogió una eucaristía en su recuerdo y para su eterna despedida.

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