Un fallo informático siembra el «caos» en los 16 centros de salud de Segovia
Sacyl espera un informe técnico que resuelva si hay que reprogramar el sistema o migrar a otro
césar blanco
Jueves, 7 de mayo 2015, 12:39
Fue totalmente espontáneo, sin convocatorias sindicales de por medio. Cuando ayer a las 8:00 horas de la mañana el personal de los centros de salud intentó arrancar su ordenador para trabajar, volvió a ocurrir. Medra, el sistema informático para la gestión de las consultas de AtenciónPrimaria, simplemente se había caído. Del todo. En Valladolid, médicos, enfermeras, administrativos, celadores... todos decidieron salir a las puertas de sus centros de salud ante la imposibilidad de pasar consulta. En Segovia, la concentración se produjo a las puertas del ambulatorio de Santo Tomás, hacia las 13:15 horas. Tampoco estaba programada, y por eso tampoco el seguimiento fue mayoritario. Lo que sí puso en evidencia es que los profesionales están hartos. Los fallos del Medra se repiten desde hace años, pero ante la avería de ayer, el Sindicato Médico CESha decidido gritar ¡basta!
Su responsable en la provincia, Miguel Marina, subraya que la cascada de fallos informáticos es «incompatible con la prestación de una atención de calidad». Las plantillas del primer nivel asistencial exigen a la Consejería de Sanidad una solución al problema, o de lo contrario estas concentraciones dejarán vacías las consultas en más ocasiones.
La improvisada movilización comenzó de forma aislada, sin apenas comunicarse entre los centros pero con la misma idea y, después, las redes sociales hicieron su papel. Fue en los 246 ambulatorios que hay en Castilla y León. Y por ende, en los 16 de la provincia segoviana. Todos padecieron el apagón informático. No se libró ni uno.
Ni a pruebas ni a la historia
Afectó a casi todos los pacientes con cita programada, que suponen la mayor demanda en Primaria. Al carecer de sistema ni se puede acceder a las pruebas y resultados del paciente ni a su historia clínica ni a sus datos personales ni derivarlos al hospital o extenderle recetas ni darle nuevas citas. Solo se dispone de los conocimientos del médico para atender un esguince o una fiebre alta, y ello sin documentarlo, o del de las enfermeras para alguna cura, técnicas inyectables, electros...
Los ambulatorios se organizaron «cada uno como mejor pudo» para que algún médico y enfermero atendieran urgencias. Si ya el fallo supuso un trastorno digno del enojo en el personal, «lo más vergonzoso en todo este caos comentaban algunos facultativos consultados ayer era que ningún responsable de la Gerencia de Segovia se había dignado a darnos explicaciones, ni tan siquiera a interesarse por cómo lo estábamos llevando». Desde Sacyl no hubo orientación ninguna ni circular interna, más allá de que el propio ordenador mostraba en pantalla que se había detectado un problema y se trabajaba en ello.
El sector intuía ayer que, dado que son centros de salud urbanos los afectados, «puede calcularse que, en el mejor de los casos y en los ambulatorios que más pronto se recuperó el sistema informático, se habría atendido a la mitad de los pacientes». Aunque hacia las 13:00 horas, según Sacyl, ya había miles de usuarios conectados en la región, solo fue a partir de las 14:00 horas cuando se puede hablar de una casi completa normalización.
El cálculo de afectados es «difícil», reconocen representantes sindicales. La complejidad viene dada porque las medias no siempre aciertan y además hubo consultas que se pasaron y otras citaciones que resultaron imposibles de atender. Por ejemplo, los médicos que aún guardan el tampón oficial pudieron expedir recetas rubricadas a bolígrafo, pero el resto de prescripciones se quedó en el alero del Medora.
El presidente del Colegio Oficial de Médicos, Enrique Guilabert, hace sus cuentas y apunta la posibilidad de que alrededor de 200 galenos sufrieran la caída del sistema en su trabajo. Para cercar un poco más la cifra de pacientes, la media diaria en los despachos de los cuatro centros urbanos de la capital (Santo Tomás, La Albuera, San Lorenzo y Segovia Rural) es de unos 35 y 40 pacientes. A partir de ahí pueden sacar la calculadora, pero es probable que el margen de error fuera demasiado amplio. Lo que está claro es que centenares de segovianos se quedaron ayer sin atención.
«Los profesionales han ido sacando el trabajo como podían, pero ha sido un caos», reitera el delegado de CESM. Marina añade los constantes fallos del Medora a la gestión de la Administración regional de no cubrir las sustituciones y concluye que «lo que se produce es un empeoramiento de la calidad asistencial».
La campaña de la Confederación de Vecinos y Usuarios de Castilla y León Cavecal, en la que está integrada la federación vecinal segoviana, contabilizó desde el año 2012, más de 5.000 reclamaciones en toda la comunidad. También el Sindicato Médico y el Colegio Oficial de Médicos han reclamado soluciones a la Junta bajo el lema Medora me demora en una placa que llevan los profesionales, así como en cartelería sobre cómo reclamar se reivindica una solución.
Desde Sacyl, el gerente regional, Eduardo García Prieto, en primer lugar insiste en «pedir disculpas tanto a los profesionales como a los usuarios». Visiblemente preocupado por la avería generalizada, la cual además costó detectar por su complejidad, explicó que el problema radicaba «en una nueva versión para corregir una ralentización detectada en los resultados de las analíticas. Se probó el martes sin ningún problema y ayer nos los creó todos. Comenzó con lentitud por la mañana y al incorporarse todos los usuarios se hizo imposible. Al final se encontró el fallo y, desde las 11:30 de la mañana, comenzó a reestablecerse pero se saturaba con los intentos del personal que accede al sistema y generó un atasco».
Contradicciones
García Prieto rechaza que el problema esté relacionado con la implantación de la receta electrónica y aseguró que el problema está solventado. No obstante, la nota de prensa enviada por el propio Sacyl sí recoge literalmente que «el pasado lunes se instaló una nueva versión del programa para la adaptación al proyecto de receta electrónica, y ayer, martes, funcionó con normalidad».
El responsable insiste en que Medora no tiene problemas de diseño sino que «se ha ido adaptando a las necesiddes tecnológicas, con nuevas versiones, con más aplicaciones y es lo que ha dado problemas». También rechazó que sea incompatible con el resto de sistemas sanitarios españoles». No obstante, destaca que Sacyl encargó un informe a Oracle y Microsoft que aún tardará un mes, una auditoría del sistema para detectar puntos débiles y tomar una decisión, o bien reprogramarlo o migrar a otro nuevo».
Y es que realmente llueve sobre mojado. Desde que, en 2009, se pusiera en marcha el pilotaje del sistema informático, todo han sido fallos. Nuevas versiones, módulos que se le han ido añadiendo por necesidades profesionales han empeorado lo que nunca funcionó. En 2009 se incluyeron las guías terapéuticas y los datos de laboratorio, la cita previa, un sistema para autentificar al usuario, al tiempo que se gestionaba permisos y certificados, mientras que en 2010 se aplicó una actualización. En 2011 se habilitó el acceso a una parte de las historia clínicas de ámbito hospitalario y se fijó el control de vacunas, y en 2012 se introdujo un sistema para explotar los datos de las historias. La Junta ha gastado más de 7,3 millones de euros. Siempre lento. Ineficaz.
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