El Mirandés somete al Real Valladolid

Gaizka Garitano había subido al Éibar a primera división y Carlos Suárez pensó que aquí podría repetir la hazaña con una plantilla mejor que la que tuvo en el conjunto armero. Lo de mejor quedó por demostrarse, y desde luego en lo que sí superaba la plantilla blanquivioleta a la del Éibar, era en el número de efectivos.

Y está demostrado que cuando hay exceso de fichas se termina creando un mal ambiente en el vestuario, porque son muchos los que no juegan y, por tanto, muchos los descontentos.

Si a esto añadimos que Garitano no terminó de cogerle el pulso al equipo y que los resultados distaban mucho de lo que cabía esperar, el entrenador acabó pagando el pato sin haber podido demostrar su conocimiento de la segunda división. Su sucesor fue, por el contrario, un técnico que no solo desconocía la categoría, sino que llevaba muchos años desconectado del fútbol activo, Miguel Ángel Portugal, quien no obstante estuvo al frente del equipo mucho más tiempo del que cabía esperar, 26 jornadas, desde la 10 a la 35.

Uno de los partidos que precipitaría su destitución fue el disputado en «Anduva» el 27 de marzo de 2016, en la jornada 31 del campeonato de segunda división, ya que el conjunto burgalés, con un presupuesto sensiblemente inferior al de su rival, le dio un baño clamoroso de futbol, goles y entusiasmo.

Carlos Terrazas, el entrenador del Mirandés, propuso una alineación ofensiva, valiente, mientras que Portugal prefirió guardarse las espaldas y esperar a ver que hacía el rival, con dos hombres de probada eficacia goleadora en la punta del ataque, Roger Martí y Juan Villar.

Pero el problema estuvo atrás, donde el centro del campo y la zaga no fueron capaces de contener la velocidad de sus rivales, que empezaron amenazando y terminaron goleando. Abrió el marcador Galán a los 23 minutos y diez minutos después, Provencio hacía el 2-0 que ponía muy complicadas las cosas a los visitantes, de cara a la segunda mitad.

Portugal no hizo nada, o los jugadores hicieron caso omiso de sus indicaciones, ya que el panorama no solo no cambió sino que fue empeorando hasta un desolador 4-0, con los goles de Alex García en el minuto 67 y de Aridane en el 84.

Con todo resuelto y un jolgorio festivo en las gradas, celebrando que el pez chico se había comido al grande, el Valladolid solo pudo aprovechar un penalti pitado por González Fuertes a un minuto del final, para marcar por medio de Guzmán el tanto que, en contra de lo que se suele decir, no maquillaba el tremendo varapalo sufrido.

Con el arbitraje del asturiano González Fuertes, las alineaciones de aquel partido fueron las siguientes.

C.D. MIRANDÉS: Raúl Fernández; Galán, Carlos, Kijera, Rúper (Carlos Lázaro 71'); Oyarzun (Cantero 57'), Eguaras, Provencio (Alex García 62'); Aridane, Ion Vélez y Sangalli.

R. VALLADOLID: Kepa; Chica, Juanpe, Samuel, Hermoso (Guzmán 57'), Mojica; Borja, Tiba, Renella; Roger (Rodri 70') y Villar (Jose Arnáiz 75').

El cese de Portugal, que podía haberse producido tras aquella dolorosa derrota, tuvo lugar unas semanas después, después dos derrotas consecutivas frente al Leganés y el Zaragoza. Llegó para apagar el fuego Alberto López, el ex – portero que, pese a no tener experiencia, sí conocía el vestuario y la manera de que el equipo se implicara en la tarea de no empeorar las cosas, ya que cuando él llegó se estaba mucho más cerca del descenso que del ascenso con el que se soñaba al comienzo de la temporada.

El Real Valladolid logró huir de la quema para clasificarse en un decepcionante 16º lugar, muy lejos de los dos que ascendieron directamente, Alavés y Leganés, y uno por debajo de su verdugo, Mirandés, que terminó 15ª con un punto más que los blanquivioletas.

Por cierto, resulta llamativo que el Valladolid fuese uno de los equipos más goleados de la categoría, teniendo bajo los palos a un futuro portero de la selección, Kepa Arrizabalaga, que años después, cuando fichó por el Chelsea, protagonizó el traspaso más caro de la historia por un portero, 80 millones de euros.

• Temas
• Real Valladolid Club de Fútbol