John Maciel y la necesidad de blindar la portería en el Real Valladolid

Los más críticos pueden señalar que el Real Valladolid ha sumado dos victorias consecutivas 'a pesar' del portero John Maciel. El guión del partido ante el Cartagena habría sido otro si el VAR no hubiese detectado un ajustado fuera de juego en el gol que marcó Ortuño en el minuto 37 tras un fallo garrafal del guardameta brasileño, al que se le escurrió el balón al intentar un blocaje fácil. Las salidas de John no inspiran confianza precisamente y el precedente del gol que marcó el exblanquivioleta Sergio León con el Elche hace tres jornadas sigue muy presente en la memoria colectiva.

Sin embargo, John también ha resultado clave para que el Real Valladolid haya mantenido a cero la portería blanquivioleta en este tramo. El guardameta abortó las ocasiones finales del Cartagena hace dos jornadas y, sobre todo, voló para sacar un gran guante en una falta lejana pero magistralmente ejecutada por Santiago Colombatto en el minuto 21 del último encuentro ante el Real Oviedo. Aunque su presencia en el once titular del Pucela sigue generando dudas, esa parada merece un subrayado en el apartado de aciertos.

John ha encajado cinco goles en los cinco partidos que ha disputado como titular con el Real Valladolid. Un virus respiratorio que afectó a Jordi Masip (titular en las primeras dos jornadas ante Real Sporting y Real Zaragoza) sirvió como argumento para dar carrete al recién incorporado John Maciel en la portería ante el Elche, fichado este verano a pesar del poco bagaje que atesoraba en la élite brasileña (23 partidos en la Serie A: 14 encuentros en tres temporadas con el Santos y nueve en su cesión al SC Internacional).

Los números del brasileño con el Real Valladolid señalan que ha efectuado trece paradas (tres con despejes) y que, de los cinco goles recibidos, cuatro han sido dentro del área. Uno de ellos, fruto de un error grave, como ya se ha señalado. Masip recibió un tanto en dos partidos tras dejar a cero su portería en la primera jornada y encajar un solo gol en La Romareda. John promedia 2,6 paradas por partido. La media de atajadas de Masip es de 3 en los dos encuentros que jugó (seis paradas totales). El portero más exigido en Segunda División tras siete jornadas es Iker Álvarez, del Villarreal B, que promedia 4,2 balones salvados por encuentro (y ya ha recibido siete goles).

El Real Valladolid parece solidificarse defensivamente en los últimos partidos. Los zagueros se sienten más seguros y el portero se ve menos urgido a intervenir. Alcorcón y Albacete intentaron 12 y 11 tiros totales respectivamente, ya con John Maciel en el arco. Los lanzamientos totales de los rivales se redujeron a ocho ante el Elche, nueve ante el Cartagena y diez en el caso del Real Oviedo. El Real Valladolid no ha lamentado goles en los siete disparos a puerta que ha recibido en los dos últimos compromisos.

Mantener la portería a cero ayuda a situarse en la zona alta de la clasificación. El Tenerife no ha recibido goles en contra en cinco de las siete jornadas disputadas y es tercero con 15 puntos. El Real Zaragoza ha mantenido su arco sin mancha en cuatro partidos y sigue como líder con 16 puntos, aunque se haya frenado. El Leganés, segundo clasificado con 15 puntos, también se ha blindado en cuatro de las siete jornadas. El Real Valladolid ya suma tres partidos sin encajar goles, aunque le ha costado volver a esta vía después de la victoria por 2-0 lograda en el estreno liguero ante el Real Sporting de Gijón. En cambio, el Espanyol (cuarto clasificado con 14 puntos) juega al intercambio de disparos como se vio en el 3-3 que cosechó hace dos jornadas en su estadio ante el Eldense y sólo ha dejado su portería a cero en dos partidos. El conjunto perico ha encajado ocho goles, aunque con 14 tantos marcados su potencia de fuego es evidente y luce como el equipo más realizador a estas alturas en Segunda.

El Real Valladolid sólo ha anotado cinco tantos hasta la fecha y ha encajado seis. Ese -1 en el balance realizador le basta para ocupar la décima posición de la tabla después de las dos últimas victorias sin lamentar tantos en contra. La casa del Pucela empieza por los cimientos defensivos y ahí el portero está obligado a transmitir seguridad. No recibir goles siempre ayuda a mantener la confianza.