Una joven atiende a un cliente en uno de los puestos de panadería de la feria.

Del obrador a la mesa

La Feria del Pan de Grijota reúne a once panaderías de la provincia y de Burgos en una jornada de exaltación de los productos artesanos

raquel martínez carrascal

Lunes, 1 de junio 2015, 12:25

Hasta setenta hornos en los que se elaboraba el pan que luego se vendía en otros pueblos tuvo la localidad de Grijota en su época de mayor esplendor industrial, unos años que la localidad rememoró ayer con la séptima edición de la Feria del Pan. A pesar de ese rico pasado, en la actualidad no existe ningún obrador en el municipio, aunque tres panaderos de la zona se encargan de abastecer a diario a los vecinos con este producto de primera necesidad.

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La Plaza Mayor de Grijota se convirtió en la mañana del domingo en un escenario de exaltación de los productos de panadería, desde el pan candeal hasta la torta de aceite, pasando por la fabiola o las barras rústicas. Diez obradores de distintos puntos de la provincia de Palencia y otro de Burgos ofrecieron sus productos a las numerosas personas que se acercaron hasta Grijota para disfrutar de una soleada mañana ligada a los oficios tradicionales.

«Elaboramos pan ecológico que trabajamos como antaño, utilizando masa madre, sin aditivos y con harinas ecológicas», explica Luisa Higón, de la panadería La Artesa, proveniente de Villasur de Herreros (Burgos). «La gente conoce el pan ecológico, de hecho muchos clientes que nos han comprado pan en ediciones anteriores de la feria repiten porque es un producto muy rico, se nota la diferencia respecto a otros panes con solo llevártelo a la boca», agregaba la panadera mientras señalaba su puesto, con las estanterías casi vacías.

Unos metros más lejos se encontraba el puesto de La Tahona de Marta. «Es una feria que funciona muy bien porque la gente sigue apreciando el pan artesano», señaló Marta Rojas. «Además, todos los años nos piden novedades, este año, por ejemplo, hemos traído pastel vasco y lo hemos vendido todo», apostilló, al tiempo que un cliente le preguntaba por los productos de repostería de su puesto.

Colaboración del Cetece

En la séptima edición de la Feria del Pan no podía faltar el Centro Tecnológico de Cereales (Cetece), que colabora con esta cita gastronómica desde el primer año. Por un lado, se desarrolló un taller de panadería artesanal en el que se elaboraron distintas piezas de panadería, no solo típicas de Palencia, sino de otras regiones, como el pan gallego de moño o el pan de cruz manchego. «Hay clientes que demandan panes más elaborados, aunque sean más caros, porque se utilizan productos más cuidados», explicó Daniel Rodríguez, profesor de panadería y confitería del Cetece, que también organizó un taller pedagógico infantil del pan.

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El toque folclórico de la Feria del Pan lo puso la actuación del Grupo de Danzas de la Diputación de Palencia y el Grupo Panaderas de Grijota, que da nombre a una conocida jota de la localidad.

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