Diego Matamoros confiesa que se equivocó al no darle sus apellidos a su hija, en un principio

Difíciles momentos los que está atravesando Diego Matamoros que está a la espera de que llegue el 27 de marzo, día fijado para que se celebre el juicio rápido por la acusación de malos tratos que ha presentado en los juzgados su ex, Tanit Grande quien ha asegurado que el hijo de Kiko Matamoros le propinó un puñetazo y le partió el labio. Pero por si fuera poco, ahora se ha puesto en duda la paternidad de Diego.

En su declaración Tanit señalaba que Diego no es el padre de su hija, algo con lo que él estaba de acuerdo ya que no ha reconocido a la pequeña como suya, por lo que no sería 'padre legal', aunque defiende que si es el padre biológico.

En una entrevista para la revista 'Semana', el joven ha explicado su versión de los hechos: «Legalmente yo no tengo derechos sobre ella porque no lleva mis apellidos. Ahora reclamaré mis derechos como padre. Tanit a mí jamás, en ningún momento, ni acalorado por una bronca, me ha dicho que Adara no fuera mi hija».

Diego ha decidido resolver el asunto por la vía judicial, por lo que reclamará pruebas de ADN: «Es parte del procedimiento de una demanda de filiación». Diego, también, aclara las razones que le llevaron a no dar sus apellidos a la niña en un principio: «Me equivoque y lo voy a arreglar con la demanda de filiación. Asistí al parto y figuraba en los papeles que firmé allí el apellido Matamoros. Pero ese documento no tiene validez, sino como la inscribieron».

En la entrevista confirma como se enteró de que legalmente no era el padre de la pequeña y que no llevaba su apellido: «No lo supe hasta tiempo después por una noticia de Lydia Lozano. Llamé a Tanit para decirle 'mira que tontería están diciendo' y ella me dijo que era verdad'. Rompí con ella y me reuní con una abogada para poner una demanda».

Sobre su relación con Tanit, él la califica de «tóxica» y además desvela uno de los sucesos más tensos entre ellos: «Llegó a agredirme de madrugada, estando celosa de Suhaila. Me despertó a las 3 con puñetazos en la espaldas y el costado, y una retahila de insultos, para disculparse al día siguiente».