
Juan Diego Botto, el hijo que ya es padre
Está nominado como actor de reparto por su papel en 'Ismael'
EMILIANO ALLENDE
Jueves, 6 de febrero 2014, 13:46
Al hablar de Juan Diego Botto, es imposible dejar de recordar la historia de su vida. Detrás de su apariencia de galán guapo y simpático, asoma un semblante marcado por la ausencia de su padre, desaparecido en Argentina durante la dictadura de Videla en el año 1977, cuando él apenas contaba tres años. Al legado de su padre, también actor, se une el de su madre, Cristina Rota, una mujer de hierro que después de no pocas vicisitudes fundó la escuela de teatro por la que han pasado multitud de actores, moldeados con firmeza por esta mujer, cuya voluntad constituye un ejemplo de supervivencia en las condiciones más extremas. Todo esto, ha debido marcar a Juan Diego Botto, que confiesa estar él mismo, en casi todos los papeles importantes que ha interpretado. En 1992 fue el hijo de Colón en la producción '1492' de Ridley Scott . Tres años más tarde le llegó esa oportunidad que todos esperan; el papel de Carlos en 'Historias del Kronen', la película emblema de Montxo Armendáriz, que aún hoy se recuerda por su magnífico guión y por la interpretación fresca y espontanea de Juan, que le valió la primera de sus nominaciones al Goya, dando vida a un joven que pone a diario su vida en peligro. Sin embargo, el Goya se lo arrebató Santiago Segura por su papel en 'El día de la bestia'.
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Aun sin el premio, Juan Diego Botto siguió su trayectoria ascendente y formó parte del elenco de 'Martin H', la película más importante del año 1997, que ganó los principales premios del cine argentino además de cuatro nominaciones a los Goya, sin que Juan consiguiera ninguna distinción. Ya empezaba a asumir su mala fortuna en otro papel de hijo, cuya relación con su padre se torna muy complicada.
En los años siguientes, los papeles se suceden con directores cuyas películas no alcanzan los logros a los que parecían estar destinadas. Hay un hecho relevante, que no todos conocerán. Sucedió en el año 2002, con su interpretación en el cortometraje 'El balancín de Ivan', en el que asumió el papel de un padre que abandona su casa en Argentina, ante el presentimiento de una detención inminente, dejando tras de sí a su mujer y a su hijo pequeño. Una situación muy parecida a la que debió vivir su propio padre en la vida real. El cortometraje, estrenado en el festival de Medina del Campo, proporcionó a su director, Darío Stegmayer, contra todo pronóstico, los premios principales, iniciando una carrera de éxitos en festivales de todo el mundo. Juan empezaba a cambiar su destino encarnando el rol de padre. No es fácil explicar por qué un actor que se adapta a los personajes con flexibilidad y técnica admirables, no haya conseguido todavía el Goya. En Ismael, su trabajo es un ejemplo de serena madurez, encarnando a un padre no biológico. La película, que había levantado muchas expectativas, solo ha conseguido su nominación. Tal vez, como dice el actor, sea por una deuda de alguna película anterior, o simplemente que los Goya manejan muchas variables. Lo cierto es que nuevamente lo tiene difícil; Carlos Bardem será un duro rival, en un papel escrito por y para él. Si Juan Diego Botto gana este Goya, será verdad que hacer de padre le trae la suerte que le ha faltado hasta ahora.
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