La Confederación del Duero reforzará el talud entre el río y el Cuatro de Marzo para evitar la erosión

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) licitará a final de este mismo año la obra para asegurar el talud que separa el barrio del Cuatro de Marzo y el Callejón de la Alcoholera del río Pisuerga. La inversión supera los 3,4 millones de euros y su objetivo es garantizar la estabilidad de esta ladera de la margen izquierda, después de que se hayan detectado algunos desprendimientos en la zona. Además, se quiere proteger las edificaciones de posibles avenidas.

Este proyecto, que se llevará a cabo entre el puente de la División Azul y la nueva pasarela peatonal que une Arturo Eyries con el inicio del Camino Viejo de Simancas (dedicada a Pedro Gómez Bosque), contempla dos fases. La primera, y más importante, es mejorar la estabilidad de todo el frente del talud del río en una longitud que supera los 750 metros y que abarca una superficie de 12.066 metros cuadrados con una anchura que varía, dependiendo de los tramos, entre los 15 y los 25 metros. Se trata de «garantizar que los coeficientes de seguridad frente a la rotura del terreno alcancen los valores adecuados». La proximidad del caserío en esta zona de la ribera obliga a acometer esta tarea en la que se invertirán 18 meses.

La intervención, anunciada allá por 2009, contempla la colocación de gaviones con base de escollera, que servirán para evitar los desprendimientos. Los gaviones son unos contenedores de piedras retenidas con una malla de hierro. La escollera se construye mediante bloques de cemento y hormigón en el agua para formar una defensa. Asimismo, según consta en el proyecto, los taludes se protegerán frente la erosión del río para garantizar que hasta la cota de crecida ordinaria no se produce ningún arrastre de material.

Pedro Matía, director técnico de la Confederación, avanza que es probable que los operarios y las máquinas tengan que trabajar desde el propio cauce ante la dificultad de acceder desde la ribera, debido a la prolongada pendiente y a la abundante vegetación que puebla el paraje.

Según explica la concejala de Urbanismo, Cristina Vidal, algunas comunidades de propietarios de la calle Villalba de los Alcores (Callejón de la Alcoholera) presentaron hace tiempo varios escritos al Ayuntamiento en los que denunciaban la aparición de algunas deficiencias en el espacio que separa sus viviendas del río. Se realizaron dos inspecciones y, según los técnicos del departamento municipal, está garantizada la seguridad de las edificaciones. No obstante, conviene realizar esta obra ante la proximidad de edificios habitados al Pisuerga.

La entrada de las máquinas en la ribera izquierda se aprovechará para dar continuidad a la senda peatonal. De momento, la conexión hasta el azud de La Flecha tendrá que esperar.

Esta será la segunda obra de seguridad importante que se realiza en el Pisuerga desde el inicio de la década. La anterior se estrenó en 2004 y fue consecuencia de la gran avenida de marzo de 2001, cuando el río se comió el barrio de Arturo Eyries. Allí se construyó un gran imponente muro de protección, en la zona del polideportivo Pisuerga, con 1.100 metros de longitud.