Desencuentros
MIGUEL VELASCO
Jueves, 24 de septiembre 2009, 04:06
S on bien notorios los frecuentes desencuentros municipales entre el PSOE y el PP, situación que se trasciende a veces a nivel regional. Como es lógico ese permanente estado de crispación no conduce a nada bueno para la ciudad y lo que hace, con su reiteración es distanciar más el posible entendimiento al que ambos grupos políticos están obligados en la gestión de la ciudad.
Con la reciente estancia de la cúpula del Partido Popular en Segovia para una sesión de trabajo aquí ha rebrotado esa situación de desentendimiento.
Se criticaba por una de las partes que el Ayuntamiento, representado por el alcalde en funciones dada la ausencia del titular Arahuetes, cursara invitación a los líderes Rajoy y Herrera para una recepciòn de cortesía en el Ayuntamiento (por otra parte habitual en las mejores familias) y por la otra que no se hiciera con la necesaria antelación para cuadrar agendas, lo que constituye una solemne tontería por cuanto que poco tiempo debía llevar ese protocolario acto.
Bueno pues tal hecho ha servido en cambio para enconar más los permanentes enfrentamientos cuando, por el contrario, debería haberse aprovechado para suavizar posturas que permitieran un cierto acercamiento entre las instituciones que, no se olvide, constituyen cámaras de representación popular (no privativas) que integran a ciudadanos de todas las opciones políticas. Y, hombre, al fin y al cabo no deja de ser un orgullo para Segovia que tal encuentro político del PP haya tenido lugar aquí por una decisión voluntaria y libre.
Por eso es lamentable que se haya hurtado una magnifica ocasión para hacer algo más tibia la frialdad de las relaciones. No debiera presuponerse que la invitación se hiciera con la intención malévola de crispar el ambiente político sino como gesto de cortesía institucional ni es de recibo tampoco que la otra parte la declinara, debiendo en cambio haber acudido a la Sala Blanca del Ayuntamiento donde tambien el PP cuenta con escaños de representación popular. De haber sido así se hubiera signado posiblemente un gesto de buena voluntad y de acercamiento, necesario no sólo para armonizar las relaciones sino para limar las asperezas que, hoy por hoy, están perjudicando a Segovia. Lo demás es querer sacar las cosas de quicio. Y así nos va. Un poco de juicio.
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