La bomba invisible
Las lapas 'multipropósito' buscan quemar vivas a las víctimas pero no son infalibles
M. SÁIZ-PARDO
Sábado, 11 de julio 2009, 02:59
La última aberración ideada por ETA para asesinar sin apenas riesgos ya tiene nombre policial: 'sistema de bomba lapa multipropósito'. Uno de estos artefactos, que son casi indetectables en una revisión apresurada, fue el que el pasado 19 de junio mató al policía Eduardo Puelles. Los expertos de las fuerzas de seguridad ya trabajan para neutralizar este nuevo ingenio criminal, que busca quemar vivas a las víctimas dentro de sus vehículos, pero que no es, ni mucho menos, infalible y del que se puede escapar sabiendo cómo reaccionar ante la situación.
La denominación 'multipropósito' responde a que las nuevas lapas no pretenden, como antes, matar al conductor con la onda expansiva y la metralla, sino que tienen como objetivo provocar un incendio, deformar el vehículo para evitar que se puedan abrir las puertas y convertir así la cabina en una ratonera en la que la víctima muera carbonizada.
Esta aberración ha sido ideada hace poco más de dos años en los laboratorios de explosivos de la banda en Francia y es un artefacto 'made in ETA' al 100%, ya que no se conocen antecedentes de ingenios similares en bandas terroristas internacionales.
Los técnicos de ETA diseñaron este tipo de artefacto después de que en octubre del 2007 un comando robara en Francia 2.000 litros de nitrometano, un combustible de aeromodelismo altamente inflamable. Esta sustancia es básica para redoblar la explosión y provocar un incendio después de que estalle la lapa.
La nueva bomba, explican los informes policiales sobre el tema, nace con el propósito de ser mucho más difícil de detectar que la tradicional lapa que los etarras colocaban en el paso de la rueda delantera izquierda del vehículo a atacar y que era bastante visible. La lapa 'multipropósito' comparte con su predecesora que se activa por un sistema detector de movimiento (péndulo o mercurio). Pero hasta ahí las similitudes. La nueva bomba de ETA se oculta bajo los bastidores, entre el depósito de gasolina y el hueco de la rueda de repuesto, donde no puede ser detectada a simple vista; sólo puede ser descubierta metiéndose físicamente bajo el coche, con un espejo de brazo largo o en un foso de taller.
Los expertos del Ministerio del Interior en los últimos días han repartido instrucciones de autoprotección, ya que estas nuevas lapas no son siempre mortales. Es más, hay bastantes posibilidades de sobrevivir aunque estallen.
Lo más elemental, además de no tener siempre el depósito lleno de gasolina, es usar coches que funcionen con diésel, ya que este combustible no arde con la misma facilidad. No ponerse el cinturón antes de iniciar la marcha. No cerrar las puertas antes de arrancar el coche porque con la explosión se deforma la carrocería del automóvil y luego es imposible abrir los portones para huir de las llamas. Por último, abrir todas las ventanillas para garantizarse siempre una vía de escape y facilitar la salida de la onda expansiva. Simples recomendaciones para sobrevivir al último artefacto de ETA, que, insisten una y otra vez los especialistas, no es infalible ni siempre mortal.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.