
Bolaños sustituye su tradicional subasta de San Antón por la rifa de un marrano
Los cerca de 800 euros recaudados con la venta de las papeletas y los donativos recibidos se destinarán a necesidades que tenga la iglesia
La pandemia privó este domingo a la localidad vallisoletana de Bolaños de Campos de celebrar su tradicional subasta de San Antón. Pero al joven vecino Iván Callejo, que desde el 2016 dirige la subasta, tuvo la idea de organizar la rifa benéfica de un marrano de más de 100 kilos «con el fin de que se no pierda el día, a la espera de que en 2022 se pueda celebrar con total normalidad». Por la mañana, después de la misa, en la iglesia parroquial de Santa María, junto al retablo en el que está la imagen de san Antón, y en presencia del párroco, Jesús Casas, se llevó a cabo la rifa.
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Los casi 800 euros recaudados con la venta de las papeletas y algunos donativos se destinarán a necesidades de la parroquia. Hace años, en el municipio terracampino, como en muchos otros, existió la tradición del marrano de San Antón, que era criado de casa en casa por todos los vecinos antes de ser rifado, en el caso de Bolaños durante la subasta, tal y como explicó Callejo, que es teniente de alcalde desde las últimas elecciones y este año iba a ser el sexto que dirigiera la subasta. La veterana vecina de 76 años Carmen Collantes Pérez recordó que era la primera vez en su vida que no se había celebrado la subasta.
Habrá que esperar al menos un año para que en la iglesia de San Miguel vuelva a sonar el tradicional «a la de una, a la de dos y a la de tres». Para que Callejo, en presencia de la figura del patrón, vaya adjudicando, poco a poco, tras las consabidas pujas, lechazos, conejos, gallos, algún jamón, un cochinillo, embutidos, alguna cesta de fruta o dulces casero, entre otras viandas, donados por los propios vecinos como limosnas anónimas. Sin duda, será el momento de recordar a Gabino Bausela, quien hasta su muerte dirigió la subasta.
Por su parte, la Cofradía de San Antón de Medina de Rioseco celebró la fiesta de su santo titular con una misa, que estuvo presidida por el antiguo devocionario con la imagen del popular santo que guarda la cofradía.
Sin mayordomo en Rioseco
En un año muy especial, sin mayordomo que pueda cumplir sus funciones como manda la tradición, la vara fue portada por el presidente, Francisco Javier Gallego. Los riosecanos de más edad no han olvidado cómo, hace años, el día de San Antón, tras la misa en la iglesia de Santa Cruz, se sacaba al atrio la imagen del santo y el sacerdote, en medio de numerosos vecinos, bendecía a los animales, entre los que no faltaban mulas, burros y ovejas, que hasta allí habían llevado los fieles.
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