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No pueden estos días sin cole y en casa por las medidas contra el coronavirus convertirse en un campamento de tele, videoconsola y sofá. «No son vacaciones», recuerda Rocío Anguita, profesora en el departamento de Pedagogía en la Facultad de Educación y Trabajo Social. Desde hoy, los colegios e institutos estarán cerrados para los 83.598 alumnos vallisoletanos (desde Infantil a Bachillerato y FP) matriculados este curso y sus familias, sobre todo en el caso de los más pequeños, tendrán que agudizar el ingenio para mantenerlos entretenidos (sin perder ritmo educativo) mientras dura la reclusión domiciliaria.
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Casi todos los colegios han tenido que elaborar a la carrera un listado de actividades y muchos confían en la plataforma virtual para enviar tareas y deberes. Sin embargo, desde el sindicato educativo Stecyl, critican la escasa planificación de la consejería de Educación. «Sabíamos desde hace diez días que esta decisión se iba terminar adoptando. Y no se han preparado medidas hasta el último día. Hay profesores que, por su cuenta, sí que han diseñado material. Pero no porque haya habido una decisión clara por parte de la Junta», aseguran, al tiempo que reclaman a la administración que esta situación «no suponga una pérdida de contenidos pedagógicos» para los escolares, por lo que, defienden, se debería «haber avisado con tiempo, porque era algo que se veía venir, para preparar un plan didáctico de, al menos, dos semanas».
Seguramente, el profesor haya transmitido ya instrucciones a sus alumnos y familias, pero los expertos ofrecen algunas pistas que merece tener en cuenta.
Aunque, claro, primero hay que subrayar algo... y es que no todas las familias se encuentran en la misma situación. Porque los niños están en casa, pero hay casos en los que sus progenitores tienen que seguir trabajando. «Va a haber muchos niños que se queden con sus abuelos. Sabemos que no debería ser así, pero la realidad es que hay familias que no tienen más opciones. A los abuelos no se les puede pedir más. En la mayoría de los casos, solo darles las gracias por sacarnos las castañas del fuego», asegura la logopeda Elena Mesonero. «Hay padres que estarán en casa con teletrabajo. En este caso hay dos opciones. La primera es aprovechar mientras los niños duermen (antes de levantarles o después de acostarles, en la siesta...). O aprovechar el yo trabajo/tú trabajas». La situación ideal, asegura, sería ese caso en el que un adulto puede dedicarse sin problema a acompañar a los niños durante su estancia en casa.
¿Y qué hacer con tanto tiempo por delante? «Lo mejor es establecer unas rutinas de trabajo», recomienda Anguita. Tal vez no sea necesario madrugar tanto como para ir a clase, pero tampoco hay que retrasar el momento de despertarse. A partir de ahí, del aseo y desayuno, conviene fijar un tiempo de estudio que vendrá pautado por las recomendaciones del profesorado. «Lo importante es asumir esa rutina para que los estudiantes no pierdan el ritmo de estudio», añade Anguita. «Tal vez las cinco horas de estudio, como si fueran lectivas en el colegio, sean muchas. Porque el niño estará solo, sin compañeros, y la estimulación que reciba no será la misma», añade, pero sí que es conveniente fijarse objetivos diarios y cumplirlos.
¿Y después? Las tardes sin extraescolares pueden ser extremadamente largas. «Puede ser un momento ideal para recuperar el juego en familia», explica el etnógrafo Joaquín Díaz, quien recomienda echar mano de clásicos «como la oca, aunque no sé si estará aún en todas las casas». Asociaciones de pedagogos han colgado en Internet varias ideas con actividades (manualidades, ejercicios creativos) para llevar a cabo durante estos días de cuarentena. «Una idea puede ser escribir todas estas actividades en diversos papeles y colocarlos todos en un bote. Todos los días, el niño saca uno o dos papeles y es lo que se hará ese día», propone Mesonero (y en estas páginas se incluyen varias ideas para ese bote de actividades). «Sobre todo con los más pequeños, habría que plantearlo como un juego: vamos a jugar a tener un colegio en casa. Y disponer de una batería de opciones creativas ajustadas a la edad de cada niño. La recomendación para los padres es tener paciencia e intentar sacar el lado positivo que tiene parar y aprovecharlo para escuchar a nuestros hijos, para conocerlos mejor, para contarles también cosas nuestras», añade, quien también recuerda que es importante incluir actividades físicas y de movimiento. También habría que pactar cuánto tiempo dedicar a la consola, a youtube o a los canales infantiles de televisión.
En los últimos días, se ha hecho viral (a través de grupos de 'whatsapp') una iniciativa lanzada en Italia en la que se invita a los niños a hacer manualidades que luego se cuelgan en ventanas y balcones para que puedan ser vistos por otros chavales desde sus casas, con mensajes además de ánimo, tipo «todo va a ir bien». Es una forma, aseguran, de entretener y concienciar a los niños.
O cualquier otra receta sencilla (canapés) con los ingredientes que hay por casa. Se puede organizar un restaurante (hacemos la carta, repartimos roles de camarero/cliente/cocinero...).
Puede ser un buen momento para limpiar y ordenar el cuarto, hacer las camas... Echar una mano en la limpieza cotidiana de la casa.
Recortar siluetas en cartulina y pegarlas en un palo, para proyectarlas en la pared con una linterna e idear historias.
Se puede montar una gincana con adivinanzas que remitan a determinados lugares del hogar. Y con un premio final.
Idear un baile con una canción de moda... o con una que sea especial para los padres o abuelos.
Las principales pinacotecas ofrecen la posibilidad de descubrir sus cuadros a través de Internet. Se pueden ver los más importantes y luego, intentar reproducirlos en casa.
Con sillas y mantas. Puede ser un buen lugar para merendar.
En una cartulina con cuadrados, dibujar una historia.
Escribir una carta a una persona especial, que se entregará cuando se pueda volver al cole.
Se dibujan una persona y la ropa que se le puede poner y quitar.
Niños, padres y abuelos pueden enseñarse canciones de su época.
Puede ser un recuerdo para el futuro. ¿Qué hice durante los días que no pude ir al cole?
Hay en youtube vídeos con ejercicios de yoga también para niños. Si se hace espacio en el salón o en la habitación, puede ser una buena forma de pasar la tarde.
Reservar un momento para leer.
Dibujar un árbol genealógico con los antepasados.
Es la versión casera del 'scattergories'. Se hace plantilla con varias categorías (nombres, animales, países...), se elige una letra y se busca una solución para cada una.
Hay otros juegos tradicionales que se pueden replicar con boli y papel, como hundir la flota, el tres en raya...
Basta una pelota y botellas vacías.
Se pueden hacer marionetas con calcetines, guantes...
Papiroflexia, puzles, juegos de mesa...
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Jon Garay y Josemi Benítez (Gráfico)
Abel Verano
Fernando Morales y Álex Sánchez
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