Imedexsa arrancará en agosto en Medina con medio centenar de empleados de Made

Una nueva etapa. Esta es la afirmación más repetida durante toda la semana entre los trabajadores de la extinguida Isowat-Made que en los próximos meses verán como la incertidumbre y desasosiego de este último año finaliza después de que el Juzgado de lo Mercantil número dos coruñés, encargado del concurso de acreedores de la factoría medinense, aceptara la oferta de la empresa extremeña Industrias Mecánicas Extremeñas S.A. (Imedexsa) por 2,2 millones de euros. «Estamos satisfechos porque hay un proyecto de futuro y un proyecto solvente para que esta empresa, que siempre ha sido el motor económico de Medina del Campo y de la comarca, vuelva a ponerse en funcionamiento», aseguró el secretario del comité de empresa, Helder Ferrinho, quien explicó que se habían reunido con el nuevo propietario, Gregorio Peña, para comentar algunos errores que tiene el auto judicial, «y para ir dando pasos en firme en la nueva etapa». Al parecer, según confirman desde el comité, la intención de Imedexsa es la de arrancar la producción del área de galvanizado el próximo mes de agosto.

Para poder dar salida a los pedidos –«nos han dicho que tienen un pedido para Bolivia y en vez de pedir el galvanizado a una planta asturiana la intención es la de hacerlo ya en Medina del Campo»–, la empresa contratará de nuevo a medio centenar de empleados subrogados. En estos momentos, además de solucionar los errores del auto judicial, el equipo de Imedexsa estaría dando los primeros pasos para modernizar la planta medinense.

Para poder dar salida a los primero pedidos que se galvanizarán, se cambiará parte de la infraestructura de este área, tal como detallan los representantes de los trabajadores, quienes apuntan a que el objetivo es dar un aire nuevo a la fábrica, con maquinaria mucho más moderna adaptada a la nueva etapa. «Además tenemos que tener en cuenta que la inversión es muy elevada por lo que el cambio será progresivo para que la empresa tenga un futuro».

Además de cambiar las barcas (bañeras de gran tamaño con ácido y zinc en el que se introducen las barras de metal para que salgan brillantes y limpias), el empresario extremeño también tiene en mente eliminar el tejado de la nave de galvanizado, que es de amianto; el arco de cristal, demoler alguna de las naves y construir otras nuevas con calderas actuales y con una nuevo área denominado como 'taller de negro' (espacio en el que se elaboran las barras con las que se construyen las torres). Una vez finalizado todo este proceso, y en un plazo máximo de ocho meses, los 74 empleados subrogados se irán incorporando a la empresa.

Durante la jornada de este miércoles se conoció que el auto judicial en el que se hace efectiva la adjudicación de Made contiene algunos errores que hay que subsanar como, por ejemplo, «que pone que la empresa no se hará cargo de la Seguridad Social de los trabajadores y eso no es así, por lo que hay que solucionarlo para enviarlo de nuevo al juzgado y lo modifique», explicó Ferrinho.

Tal y como se recoge en el auto, el plazo y la forma de pago del precio por la planta de Medina –que fabrica estructuras metálicas para torres de alta y media tensión y cuadros eléctricos– será el que resulte del plan de liquidación de la empresa aprobado y del pliego de condiciones de la subasta de la unidad productiva.

Además, se acuerda –una vez formalizada la transmisión de la empresa– el alzamiento y la cancelación registral de las anotaciones derivadas del concurso de acreedores en el que está inmersa Made y que puedan existir sobre los bienes incluidos en la oferta de compra, así como de las cargas existentes.