165 aniversario de El Norte de Castilla ·
Las protestas estudiantiles, que alcanzaron su punto culminante el día 10 de ese mes, aunaban el malestar por los límites de la sociedad de consumo, las demandas pacifistas y el cuestionamiento de la clase políticaLos disturbios de esta noche y de esta madrugada pueden catalogarse entre los más graves que haya vivido París en los últimos tiempos. Aún es pronto para establecer un balance que comprenda con exactitud el número de heridos, el de coches incendiados y el de los perjuicios materiales que son consecuencia de la ola de violencia que ha invadido, durante unas horas, a la ciudad. Se habla de centenares de heridos y también de centenares de coches incendiados. El secretario general de la Presidencia de la República, Jacques Foccard, allegado colaborador del general De Gaulle, los ministros Christian Foucher, del Interior; Pierre Mesmer, del Ejército y Georges Gorse, de Información, han deliberado largamente bajo la presidencia de Louis Joxe, ministro de Justicia y primer ministro interino acerca de la situación. Jacques Chaban- Delmas ha recibido peticiones para que la Asamblea Nacional se reúna hoy mismo y discuta el problema».
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El Norte de Castilla describía con estas palabras, el 12 de mayo de 1968, el preocupante panorama de la capital francesa, cuyo Barrio Latino había sido literalmente ocupado la noche del día 10 por estudiantes y obreros en plena rebelión. Era una de las jornadas más intensas del Mayo del 68 francés, un movimiento revolucionario impulsado por estudiantes universitarios en cuyo trasfondo los historiadores han detectado diversas causas. Las hay, en efecto, de tipo económico, toda vez que la triunfante sociedad de consumo de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial comenzó a tocar techo con el incremento del paro y la falta de oportunidades para muchas generaciones jóvenes.
A ello se sumó una intensa corriente política y cultural que se decía contraria a la sociedad de consumo capitalista, revolucionaria y alternativa al «socialismo realmente existente» en el bloque del Este, que preconizaba el poder de la asamblea y se mostraba contraria al intervencionismo norteamericano en Vietnam, al tiempo que pugnaba por superar una Universidad que juzgaba anclada en tiempos feudales, excesivamente elitista y jerárquica. Muchos de los jóvenes que se rebelaron en aquel Mayo Francés tenían como modelo el de las guerrillas latinoamericanas, pero también el trotskismo de Nueva Izquierda y las ideologías de corte libertario.
El arranque de las protestas, que pudiera parecer anecdótico, se produjo cuando el 8 de enero de 1968 un joven estudiante de Sociología, Daniel Cohn-Bendict, provocó al ministro de Juventud y Deporte, que acudía a inaugurar una piscina en la Universidad de Nanterre, afeándole que su Libro Blanco sobre la juventud universitaria no tratara el tema de las relaciones sexuales. En los meses siguientes se multiplicaron las protestas estudiantiles contra la Guerra de Vietnam, lo que provocó la detención de varios activistas. El 3 de mayo de 1968 una amplia concentración de estudiantes tomó la plaza de la Sorbona en señal de protesta; ese día ocho estudiantes implicados, entre los que se encontraba Daniel Cohn-Bendict, acudieron a declarar a París. Las movilizaciones ya no cesarían, llegando su punto culminante el 10 de mayo, en la llamada Noche de las Barricadas, que reflejó El Norte de Castilla:
«Todo empezó a las últimas horas de la tarde de ayer, cuando pequeños grupos de dirigentes sindicales estudiantiles acudían a los centros de enseñanza secundaria para invitar a los jóvenes a sumarse a una manifestación. Los convocados van concentrándose en los alrededores de la plaza Denfert-Rochereau. La consigna de estudiantes crece por momentos. Desde los barrios de París van acudiendo grupos de jóvenes que se unen a los que han emprendido la marcha, cada vez más difícil por el número creciente de los que se suman a ella. Los altercados de esta noche pasada han dado un balance de 367 heridos, que han tenido que ser asistidos en los hospitales y en la Casa de Socorro de los Guardianes de la Paz, según ha indicado este mediodía el prefecto de la Policía, Maurice Griamud. Entre los heridos figuran 102 estudiantes, 14 no estudiantes y 251 miembros del Servicio de Orden Público. De los 367 heridos que han sido tratados en hospitales, 54 han quedado hospitalizados. Entre los estudiantes hay cuatro casos muy graves».
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El movimiento ganó intensidad al sumarse los obreros, lo que animó a los estudiantes a convocar una huelga general para el día 13. A finales de mes, el gobierno de De Gaulle iniciaba las primeras negociaciones con los huelguistas para, a continuación, convocar elecciones legislativas que volvieron a ganar los gaullistas (23 y 30 de junio de 1968). Con el paso de los meses, los conflictos se fueron atenuando, pero vinieron a demostrar que había llegado la hora de dar paso a una clase dirigente más en consonancia con las inquietudes de las nuevas generaciones que no habían vivido la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en abril de 1969 De Gaulle perdió un plebiscito sobre el proyecto de regionalización y la reforma del Senado, lo que le obligó a dimitir.
El 12 de mayo de 1968 el decano de la prensa española, sobre una foto en la que se apreciaban varios vehículos volcados, narraba que se había producido una «violenta manifestación de estudiantes en el Barrio Latino de París». El Norte afirmaba que los disturbios estaban «entre los más graves» de todos los vividos en la ciudad.
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