Un cuatro latas para compartir
El modelo que Fasa Renault fabricó en Valladolid durante 25 años regresa en versión eléctrica bajo el sistema de 'carsharing'
A buen seguro atraerá las miradas de los madrileños cuando se crucen con él en las capital. En el 60 aniversario del mítico y entrañable 4L de Renault, la filial del fabricante de coches compartidos, Zity by Mobilize, devuelve este clásico a la vida en versión 'carsharing' eléctrico. El 'Cuatro Latas' circulará por las calles de Madrid este mismo mes de noviembre.
El 4L sedujo a los conductores durante más de tres décadas (desde los años 60, hasta entrados los 90) por su robustez, durabilidad, tamaño y ergonomía, sin olvidar su precio asequible. Es por derecho propio uno de los coches más icónicos de Renault y alcanzó cifras de ventas superiores a las 800.000 unidades en España. No es raro ver todavía cuatro latas, como era conocido, circulando por las carreteras españolas. Los primeros 4L salieron de las instalaciones de Fasa a finales de 1963, cuando el modelo ya era un éxito desde su presentación el 28 de agosto de 1961 en el Salón de Fráncfort. La factoría vallisoletana lo fabricó durante 25 años.
Ahora, según informa Renault, para celebrar su 60 aniversario y fomentar la movilidad sostenible del futuro, la compañía de coches compartidos Zity ha dado su particular visión de este vehículo con un coche 100% eléctrico y cero emisiones.
Sencillo, barato y versátil, el 4L no tardó en convertirse en el coche preferido de la clase media trabajadora. «Era un vehículo apto tanto para la circulación por la ciudad, como por los caminos, y en poco tiempo se convirtió en una solución accesible para todos», explica el fabricante.
De él se vendieron más de ocho millones de unidades en todo el mundo. Renault lo tiene por una «mezcla de precursor y democratizador, de acceso justo y universal a la movilidad» y lo ve como el coche perfecto para su negocio de coches compartidos que tiene desplegado en las grandes capitales bajo la marca Zity, que explota junto con Ferrovial.
«Zity contribuye a la mejora de la movilidad y calidad del aire, utilizando únicamente vehículos 100% eléctricos -señalan desde Renault- y en Madrid, su flota evita anualmente más de 2.500 toneladas de emisiones a la atmósfera, lo que equivale al consumo de energía de casi 300 hogares españoles al año. Además, contribuye a reducir la contaminación acústica y a mejorar la fluidez del tráfico. Según los datos recopilados en el servicio de Zity, cada vehículo de carsharing es utilizado entre ocho y diez veces más que un vehículo particular».
El 4L fue el primer Renault con motor delantero, el primer compacto de cinco puertas y el inventor del portón trasero de apertura vertical. También el primer coche en el que el habitáculo y el maletero estaban comunicados una vez que se abatía el asiento trasero. El turismo se convertía así en furgoneta.
Valladolid dejó de fabricarlo en 1990, si bien Renault prolongó su vida hasta 1993 en su planta de la antigua Yugoslavia, hoy territorio de Eslovenia. La primera normativa europea anticontaminación y la introducción de la gasolina sin plomo exigían unas inversiones que lo hacían inviable, por lo que fue reemplazado por el R-5. Como en el giro argumental de una película, ahora 'resucita' como icono no contaminante.
Para «visibilizar» su apuesta por lo que considera la movilidad del futuro, Zity ha realizado su versión de este clásico que recorrerá las calles madrileñas durante los próximos días para la grabación de un spot publicitario que verá la luz a finales de noviembre. Renault ha preparado cortometrajes, 'merchandising' con todo tipo de objetos relacionados con el 4L y diseñados ex profeso para el 60 aniversario y documentales con testimonios de coleccionistas particulares y personalidades que crecieron con este modelo.
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