«Al coger el coche de nuevo me sentí insegura y novata, como cuando me saqué el carné»

«Al conducir de nuevo por Valladolid y ver todos los coches alrededor mío, me sentí un poco insegura y novata, como cuando empezaba a sacarme el carné. Fue entonces cuando decidí hablar con la gente de la autoescuela para que me explicasen como funcionaban las clases de refresco», explica Alexandra. Al comenzar las clases, tanto ella como su profesor notaron lo nerviosa que estaba. «El primer día estaba muy nerviosa; mi profesor, Loren, también me dijo que estaba muy tensa, que estaba agarrotada cogiendo el volante», apunta. Después, Alexandra se relajó y, con algo de esfuerzo, comenzó a atreverse a conducir un poco más.

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«He dado como unas cinco clases de refresco viendo un poco los conceptos principales de cómo circular por la ciudad o cómo aparcar, entre otros. Lo que quería era ir cogiendo un poco de confianza más que nada. También empecé a ir con el coche por el pueblo donde resido para dar alguna vuelta», señala Alexandra sobre como fue el proceso de volver a aprender a conducir. Al compararlo con la primera vez que se montó en un coche para sacarse el carné de conducir, Alexandra tiene claroque hay diferencia. «Ahora no ha sido tan duro. Cuando tienes que sacarte el permiso, debes conducir de manera estricta y además cuentas con la presión de examinarte. Ahora es más para uno mismo, para coger confianza de cara a poder coger el coche en el día a día», finaliza.