
El Arzobispado se suma al autoconsumo con placas solares en iglesias y edificios en Valladolid
El Seminario y el Centro de Espiritualidad colocarán paneles fotovoltaicos y tres parroquias y un colegio mayor estudian proyectos
La parroquia de San Juan Pablo II en la urbanización Entrepinos (Simancas) ha sido la primera de Valladolid en apostar por las energías renovables y ... a ella le seguirán más centros religiosos. Con la instalación de placas solares en su cubierta (ha invertido 15.000 euros), se abre paso la alternativa del autoconsumo a través de proyectos que el Arzobispado facilitará en otros de sus templos y edificios residenciales.
Publicidad
Con una factura energética desbocada, ahogando la economía de familias y empresas, la Iglesia vallisoletana mira también al sol y ha dado vía libre a planes de instalación de paneles fotovoltaicos en los tejados del Seminario (calle Tirso de Molina) y del Centro Diocesano de Espiritualidad (calle Santuario).
Estas iniciativas, pendientes de tramitación y a expensas de obtener los correspondientes permisos administrativos, tendrán un coste aproximado de 45.000 euros para cada una de ellas con una potencia de 45 kilowatios/hora.
En la residencia de sacerdotes del Arzobispado y el colegio mayor San Juan Evangelista también se valora la instalación de placas solares y hay tres parroquias de la capital que han mostrado interés por adaptar su consumo energético a esta alternativa cada vez más socorrida para abaratar el precio de la electricidad: Santa Rosa de Lima, San Ildefonso y Nuestra Señora de Prado en Parquesol. «Desde el Arzobispado facilitaremos y asesoraremos en estas instalaciones orientadas al autoconsumo», explica Jesús García Gallo, delegado de Patrimonio de la Diócesis de Valladolid.
Publicidad
A la apuesta por el abaratamiento de la factura de iluminación y calefacción, añade que este tipo de proyectos «se alinean con la toma de conciencia ecológica contemplada en la encíclica 'Laudato sí'» publicada por el Papa Francisco en 2015.
Sostiene García Gallo que el precio actual de la electricidad, el gas y el gasoil está suponiendo desembolsos importantes en las arcas de las parroquias, y al mismo tiempo apela a «seguir las indicaciones de la encíclica a colaborar con la descarbonización de la economía».
Publicidad
Las instalaciones que se lleven a cabo en edificios del Arzobispado serán en su mayor parte de tamaño medio y estarán orientadas «al autoconsumo y no a obtener rentabilidad con el vertido de energía a la red», matiza.
La mayor parte de la energía solar captada se destinará a cubrir necesidades de espacios residenciales de la Iglesia, lo que descarta —en principio– la colocación de dispositivos fotovoltaicos en los tejados de la mayor parte de las 305 parroquias de la capital y la provincia, pues en muchas de ellas las horas de producción solar no coincidirían con el reducido horario en el que se realiza el gasto energético. «Hay templos en muchos pueblos que apenas se abren una hora a la semana, o que tienen una orientación inapropiada y apenas se aprovecharía la instalación, allí no tendría sentido», alega el responsable del patrimonio religioso de la Archidiócesis.
Publicidad
Los edificios protegidos por una catalogación especial o donde las placas tuvieran un elevado impacto visual también quedarían fuera del aprovechamiento para energías renovables. «Está claro que este tipo de infraestructuras serían descartados; por ejemplo, en la iglesia de La Antigua o la Catedral, y como ellos, en muchos otros lugares», agrega García Gallo.
En cambio, se contemplaría la viabilidad de colocar placas en edificios como el colegio de El Carmen en las Delicias o residencias de ancianos donde el consumo de energía suele ser elevado. «El planteamiento es abaratar el gasto en energía a través del autoconsumo y no hacer negocio con la energía sobrante», insiste el portavoz de patrimonio.
Publicidad
En este sentido, constata el interés que están suscitando este tipo de iniciativas en algunas parroquias y recalca que desde el Arzobispado se facilitará el asesoramiento. La necesidad de optimizar el sistema de calefacción ha llevado a parroquias como la de Santo Domingo en Campaspero a utilizar suelo radiante, y a otras a contar desde hace años con bancos calefactados en lugar de calentar todo el recinto. Aunque esta opción, según García Gallo, no ha dado buen resultado. «Se instalaron en los años noventa y exigen una potencia alta, no son eficientes, es un sistema que no ha funcionado bien», zanja.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión