Agentes de la Bolsa de Fráncfort, durante la sesión de ayer. :: KIRILL IORDANSKY / REUTERS
ECONOMÍA

La unión de los bancos centrales en rescate de la banca dispara las bolsas

El BCE, en una singular coordinación con la FED y los reguladores del Reino Unido, Japón y Suiza, inundará el mercado de dólares

JULIO DIAZ DE ALDA

Viernes, 16 de septiembre 2011, 03:35

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A grandes males, grandes remedios. A la vista de la sequía que reina en el sistema interbancario, en el que nadie se fía de nadie, y del peligro que ello conlleva, los bancos centrales salieron ayer al rescate de las entidades financieras. El Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (FED) estadounidense y los emisores de Japón, Reino Unido y Suiza unieron fuerzas para inyectar liquidez y prestar dólares de forma ilimitada mediante créditos baratos a tres meses de plazo hasta final de año.

En definitiva, los reguladores salen al paso para evitar un colapso financiero que empezaba ya a cobrar forma. La reacción no se hizo esperar y la euforia se adueñó de las bolsas a uno y otro lado del Atlántico. Los bancos, muy castigados en los últimos días ante los graves problemas que atraviesa Grecia, fueron los mayores beneficiados. El Ibex remontó un 3,63% hasta los 8.337 puntos.

Coordinación, actuaciones al unísono y sin discrepancias. Era la petición, casi la súplica, reiterada por los responsables del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, entre otros, ante los problemas de liquidez en dólares surgidos en las últimas semanas. El primer episodio de ese '¡todos a una!' llegó el miércoles, de la mano de Angela Merkel, Nicolás Sarkozy y Georgos Papandreu: «Grecia no saldrá del euro, no entrará en quiebra y no la dejaremos caer». El segundo, mucho más efectivo, quizá porque los mercados prefieren el dinero contante y sonante a los mensajes políticos, lo protagonizaron Jean-Claude Trichet y sus colegas: barra libre de dólares para quien los necesite. Y surtió efecto. Al menos, por el momento. El BCE explicó que prestará 'billetes verdes' a través de tres subastas, que se celebrarán los próximos días 12 de octubre, 9 de noviembre y 7 de diciembre, con vencimientos, respectivamente, el 5 de enero, el 2 de febrero y el 1 de marzo. La fórmula elegida para insuflar moneda será la de operaciones de recompra de activos contra garantías que avalen de forma suficiente cada inyección.

Aun así, el regulador europeo mantendrá sus habituales y ya anunciadas subastas semanales en divisa estadounidense. El miércoles, sin ir más lejos, adjudicó 575 millones de dólares a un tipo fijo del 1,1% a dos entidades de la zona euro. Los bancos centrales de Reino Unido, Suiza y Japón se han comprometido también a celebrar sendas subastas a tres meses de aquí a final de año, con lo que se garantizaría la liquidez necesaria. La coordinación, más allá del mensaje de unidad, es necesaria desde el punto de vista técnico, pues ningún emisor puede librar en otra moneda que no sea la suya sin autorización del regulador correspondiente.

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Antecedentes

No es la primera vez que los guardianes de las divisas actúan de forma coordinada. Ya lo hicieron hace ahora justo tres años (el 18 de septiembre de 2008), cuando las cenizas de Lehman Brothers aún estaban calientes y la desconfianza entre bancos dejó seco el grifo internacional. Algo parecido a lo que ha sucedido estos días, con las entidades financieras en el punto de mira por los temores a una recesión global y a un impago de la deuda soberana griega.

Eso, y el ataque de los especuladores, han hecho que los bancos no se prestaran dinero entre sí, y solo acudieran a las operaciones a corto plazo que organizaban sus bancos centrales. La prueba es que los bancos españoles pidieron en agosto casi 70.000 millones de euros al BCE, un máximo anual y un 34% más que en 2010. El objetivo de la macro-subasta de dólares es reanimar el mercado y, en la medida de lo posible, permitir que el dinero llegue a la economía real. Esto es, a empresas y particulares. El anuncio dio alas al euro, que llegó a tocar las 1,39 unidades por dólar.

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Las bolsas se tiñeron de verde. En España, el Ibex afianzó los 8.300 puntos, con el BBVA como líder de la remontada, al avanzar un 5,3%. Santander ganó un 5,1%; Bankinter, un 4,7%; Popular, un 3,2% y Sabadell, un 2%. Entre los grandes valores, Telefónica se apuntó un 3,7%; Iberdrola, un 5,3% y Repsol, un 2,5%.

En Francia, donde sus grandes bancos han sido los más perjudicados de toda Europa en los últimos días (Moody's ha degradado a Société General y Crédit Agricole), el CAC 40 avanzó un 3,3%. La banca gala, de la que se insinuaba pudiera estar al borde del precipicio por su falta de dólares, se dio un festín. Société ganó un 5,4%; Crédit, un 5,8%, y BNP se disparó un 13,3%. El Mibtel de Milán rebotó un 3,6%, mientras Intesa San Paolo y Unicredito se apuntaban un 6,9% y un 10,2%, respectivamente. En Londres, su índice de referencia, el Footsie 100, subió un 2,1%. Y en Fráncfort, el Dax Xetra mejoró un 3,2%.

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