«Más que el éxito lo que nos hace valientes es la edad»

Carlos Faemino y Javier Cansado continúan presentándose por locales y teatros de todo el país con el espectáculo 'Parecido no es lo mismo'. Casi treinta años después de debutar en calles y parques, el popular dúo 'carabanchelero' disfruta hoy de su éxito agotando entradas por todo el país. Valladolid es una plaza que ya no se les resiste. El público parece tener claro el antídoto a los malos tiempos: Buena cara.

-¿Cómo pasa Javier Cansado una tarde de noviembre?

-Pues mira, aquí estaba escuchando música. Un réquiem de Schuman concretamente en mi casita, con tranquilidad.

-Otra vez actúan en Valladolid y no han pasado ni seis meses desde la última. ¿Va a ser que los castellanos no somos tan hieráticos como se dice?

-Esa fama que tienen los castellanos no es verdadera. Cuando estuvimos ahí en primavera además de llenar el sitio, la gente nos trataba como si fuéramos los Rolling. Hubo silbidos, fotos, aplausos a la salida...¡Impresionante!. Yo creo que es que también sintonizamos con gente que es muy inquieta.

-Además Valladolid tiene grandes monologuistas como Leo Harlem, Vaquero...

-Sí, sí....

-O Javier León de la Riva...

-... (risas) Es vanguardia total vuestro alcalde, sí...

-Poniéndonos serios: 'Parece, no es lo mismo' denota cierta ironía. ¿Se resisten a cambiar realmente?

-Somos unos clásicos. Llevamos juntos casi treinta años ya... Y el espectáculo se llama así porque es una broma. En realidad seguimos igual. El show no deja de consistir en dos micrófonos y en una sucesión de historias. Ya está.

-Pero sí es verdad que se han vuelto un poco más 'cañeros' en algunos números. ¿El éxito les hace valientes?

-Más que el éxito es la edad. Cierta edad te permite despojarte de falsos pudores. Nosotros, como planteamiento, no respetamos a nadie y respetamos a todo el mundo. Además en España está lo que se llama 'humor negro'. Y reírse de la muerte es lo más duro que hay. Es verdad que con la edad nos hemos hecho más punkis. O mejor dicho after-punkis, por aquello de la edad.

-¿No se ven dando las campanadas de nochevieja algún año?

-(risas) ¡No, tío! Hace once años que dejamos lo de la televisión. Hemos recibido ofertas, pero lo de las campanadas no, macho. No nos gusta la tele. Nos da como mal rollo, mal karma... Y como en eso los dos estamos de acuerdo pues mejor que mejor.

-¿Se ponen de acuerdo usted y Faemino con facilidad?

-Hombre... Somos muy amigos. Antes de empezar ya éramos colegas. Ya no hay sexo entre nosotros, solo amistad... Nos miramos con los ojos y todas esas cositas. Si te das cuenta los que han sobrevivido han sido gente como Los Morancos que son hermanos, o como nosotros que éramos amigos.

-¿Les gusta que digan que hacen 'humor inteligente'?

-¡Hombre claro!... Lo contrario sería más chungo. El nivel intelectual es el absurdo, el surrealismo, pero estamos en un nivel que lo puede entender todo el mundo. De hecho los programas que grabamos para la TVE2 se han vendido a muchos países.

-¿Hasta cuándo les seguirá inspirando la vida pura y dura?

-Ahí tenemos un problemita. Nos gusta mucho la vida cotidiana pero como ahora la gente nos conoce más, ya no se muestra natural ante nosotros y por eso nos cuesta más trabajo. Pero al tener ya cierta edad y un bagaje de conocimiento, digo yo que lo vamos superando. Nuestra fuente siempre es el día a día, pero eso no quiere decir que acabemos algún día hablando de Belén Esteban. Eso no.