
J. M.
Jueves, 13 de mayo 2010, 14:16
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El arquitecto burgalés Javier González Barriuso reconoció ayer ante el juez de Instrucción número 1, que investiga el 'caso Arroyo', que en el año 2000 comenzó a trabajar para la empresa Mahía realizando proyectos junto a otros arquitectos, algunos de ellos vinculados a la constructora gallega con importantes intereses en Arroyo. Según esta declaración, Barriuso, que reconoció ser amigo personal del alcalde, José Manuel Méndez, compatibilizó este asesoramiento a la promotora con su presencia en la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (Emuva), que se creó en el 2004.
«Mahía llegó a Arroyo, se enteró de quién estaba trabajando allí, y contactaron conmigo. No fue a través de María Iluminada Miguel», informó al magistrado, a la vez que reconoció su intervención en la Unidad U-4 y el SAU 13, cuyo desarrollo urbanístico está siendo analizado por el Tribunal Supremo.
El arquitecto señaló además que en 1998 tuvo relación profesional con Méndez por la vivienda familiar, y aunque dijo que firmó un proyecto para Promotora Ulmetum agregó que «se enteró por la prensa» de que la mujer del alcalde era socia de la familia de los Ibáñez, dueños de la mayoría del término municipal de Arroyo.
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