Menú de novillos en Ledesma
FERMÍN GONZÁLEZ
Lunes, 8 de junio 2015, 14:05
Con tarde de sol, bullicio en los tendidos y buena entrada, se ha celebrado esta novillada, anunciada como de concurso de ganaderías. No son muy frecuentes que se anuncien novilladas con este formato, sin embargo debemos apuntar, que esta iniciativa, puede resultar atractiva, o al menos provoca nuevas expectativas entre los aficionados. La plaza también hay que decirlo lucia acicalada, pues no en vano esta cumplía una centuria.
Salir de la plaza rozando las diez de la noche, no es precisamente lo más normal, pero en los pueblos en fiesta de la Iberia taurina se ven estas cosas y otras muchas más. La novillada había suscitado interés, pero la verdad es que se fue desinflando en muchos pasajes, aunque tuvo sus matices. El extremeño Marín novillero muy rodado, elegante y pinturero con el capote, sorteó en su primero una faena con muchos altibajos entregado y animoso sí, pero no terminó de acoplarse y su labor fue intrascendente. En su segundo Ginés expreso pasajes con gusto faena con buenos remates por ambos pitones corriendo bien la mano mejoró al natural con pases suaves y de buen trazo faena armoniosa que malogró con la espada.
Alberto Escudero sin apreturas con el capote llevó a cabo una faena de mucha disposición y entrega, menos placeado que sus compañeros no desentonó, no tuvo vibración su faena provista de buena técnica y ganas de agradar mató de bajonazo infame y escucho palmas. Pero fue en su segundo oponente donde manejó el capote con soltura, se puso de rodillas en el centro del ruedo y sorteó una faena de mucho mérito y con ingredientes de ajuste y limpieza, el animal le propinó una tremenda voltereta, volvió a la cara de este para matarlo de pinchazo y entera que el público sensible a lo ocurrido y a su total entrega le premió con dos orejas.
El tercero en discordia es un novillero en el que Salamanca tiene depositadas muchas esperanzas, con soltura manejó el capote y con la muleta midió una faena de emotividad espaldinas quietud y depurada técnica, mostró un toreo reposado, sin entrar en mucha contundencia pero pegó un sainete con los aceros. En el último de López Chaves, novillo de presencia irreprochable toreo con ajuste y limpieza, siempre bien colocado fue una faena con buena base con gusto y relajado, lo pasó por ambos pitones con frescura mejoró en pasajes al natural recibió un empellón lo que no fue óbice para de pinchazo y entera al matar se le reconociera, que en la tarde había puesto muchas cosas y buenas.
Al final del festejo fue declarado como el mejor novillo del encierro la divisa del Puerto de San Lorenzo; de esta novillada concurso, que como digo había levantado no pocas expectativas entre la afición.
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