Olvidar el virus con barro y paja

Ricardo Sánchez Rico

Palencia

Domingo, 13 de diciembre 2020, 00:32

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Emilita ha sido la ideóloga de esta curiosa iniciativa para apartar la mente por momentos del coronavirus, que ha puesto a prueba –y continúa haciéndolo– la resiliencia hasta del más pintado. Y en su propósito ha embarcado a sus quintas Loli y Crucita, «más cerca ya de los 69 años que de los 68», y también a Amelia, de 70 años, y a Chari, de 53. Todas ellas con raíces y casa en este municipio, donde se están refugiando en esta pandemia. Para entrenerse y despedir este 2020 tan adverso con cierta ilusión, se han puesto manos a la obra para contruir un nacimiento de barro, espadaña y madera, materiales que han encontrado en el río y en viviendas derruidas. El resultado, un portal de Belén levantado de acuerdo a la tradición constructiva de la zona, sencillo como tuvo que ser aquel en el que se detuvieron José y María pero perfecto en su ejecución, pues estas mujeres de Villalumbroso han demostrado que bien podrían ganarse la vida dedicándose a la albañilería. Un oficio que ejerció el padre de la ideóloga Emilita, quizá de ahí, de observar a su progenitor, le han quedado esas mañas.

«Teníamos un belén precioso en la iglesia, pero desaparecidó, así que les dije que iba a hacer yo uno en el atrio de la iglesia. Se apuntaron a la idea y empezamos en noviembre», señala Emilita.

Fueron todas a por carrizo al río, a por montones de tierra para hacer el barro, a por maderas de las casas derruidas, y empezaron por compactar el suelo donde iba a levantarse el portal de belén con cemento y ladrillo. Jesús cortó las maderas en tablas para el tejado, y el resto ha sido toda cosa suya. Las figuras son láminas sacadas de Internet, ampliadas y pegadas en planchas de poliespán.

«Ha servido para olvidarnos un poco del coronavirus. Si no, estás todo el día viendo en la tele lo mismo», señala Emilita.