León teme que este fin de semana sea imposible recoger la basura de las calles

Si los contenedores de la basura de su calle se encuentran llenos no se preocupe, no se trata de un exceso de vertidos por parte de los vecinos, simplemente el camión de la basura encargado de esa ruta esta noche no ha circulado.

Y no lo ha hecho porque la realidad es que se encuentra lleno y no tiene a fecha de hoy un lugar en el que poder realizar el depósito del contenedor que transporta. La situación, temida por el Ayuntamiento de León desde el inicio del conflicto laboral por parte la plantilla de Legio VII (empresa encargada de la recogida y gestión de residuos), se ha hecho una realidad con el paso de los días.

Este miércoles ha sido imposible «recoger toda la basura de la ciudad», según han confirmado fuentes municipales. Cumpliendo con un plan previsto con anterioridad los camiones de recogida han hecho una retirada selectiva de residuos.

Pero la situación se complicará «sobremanera» a lo largo del fin de semana. «Nos tememos que esto pueda llegar a una situación de colapso a corto plazo porque no hay dónde tirar la basura y así no se puede recoger».

Los servicios mínimos fijados en el Centro de Tratamiento de Residuos no son suficientes para permitir que los camiones de la capital y del resto de ayuntamientos a través de las mancomunidades puedan ser almacenados. Hay más camiones que trabajadores y así, «la situación va camino de provocar un momento difícil en este conflicto».

Imagen de uno de los contenedores, este jueves, en Eras de Renueva.

Conversaciones con Gersul

Los trabajadores de Legio VII mantienen en marcha una huelga desde el pasado lunes. El conflicto de la parte laboral con la empresa ha llegado después de que ésta anunciara el cierre de dos plantas de trasferencia al ser inviables en términos económicos.

La empresa, por su parte, reclama al consorcio de la basura (Gersul) una deuda que cifra en 40 millones de euros, y que el propio consorcio reduce a la mitad.

Sin acuerdo entre empresa y Gersul, Legio VII ha optado por los recortes «como medida de presión» según la parte sindical. Y la respuesta de la plantilla es firme: habrá huelga mientras la empresa hable de recortes en plantas, salarios o personal.

Este jueves las partes se citan con una propuesta sobre la mesa con el objetivo de desbloquear una situación que amenaza con llenar las calles de basura en plena campaña electoral. De momento las citas previas no han dado resultado.