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La muestra está integrada por casi un centenar de estampas, dedicadas a las principales inquietudes temáticas de Chagall: la mujer, el universo bíblico, la libertad, el amor y la música
Una nueva y fructífera colaboración entre CaixaBank y la Fundación Torreón de Lozoya ha materializado el proyecto de una exposición excepcional en la Salas del Palacio del Torreón de Lozoya: ‘Marc Chagall. Los estados del alma’, cuya inauguración es hoy, 18 de mayo, a las 19:00 horas, en la Sala de Tapices del edificio. La muestra da continuidad a la programación con la que el Torreón de Lozoya conmemora sus cincuenta años como sala de exposiciones, al tiempo que suma un importante motivo de celebración al Día Internacional de los Museos en la ciudad de Segovia.
Tras la exposición que el Torreón de Lozoya dedicara al artista bielorruso Marc Chagall en 2022, este genial creador regresa a Segovia con una intensa muestra sobre su obra gráfica. ‘Marc Chagall. Los estados del alma’ ofrece, a través de casi un centenar de obras, un cuidado recorrido por la producción de Chagall a lo largo de más de cincuenta años, desde algunas de sus primeras series de grabados como ‘Los siete pecados capitales’ -aguafuertes creados en los años 20, en los que aborda las pasiones humanas con ironía y sentido del humor- o la serie ‘Maternité’ (1926), hasta algunas de sus últimas creaciones de los años 70 en las que el color es protagonista.
Hoy, ‘Día Internacional de los Museos’, las instalaciones museísticas del Torreón de Lozoya tendrán un precio único de 2,00 euros
Chagall crea un lenguaje plástico propio con el que aborda el hecho espiritual de un modo profundo. Sus atmósferas revelan dos realidades abstractas: el tiempo y los sentimientos. En su obra se entremezclan los recuerdos con los sueños y la realidad con la ficción. Conocedor de las grandes corrientes artísticas como el fauvismo, expresionismo ruso, el cubismo o el surrealismo, Chagall es sin embargo uno de los artistas más libres y con un estilo más diferenciado, caracterizado por el magistral y vibrante uso del color, influencia del fauvismo y de los colores intensos que contempla desde su niñez.
Marc Chagall (1887- 1985) nacido en Vitebsk (Bielorrusia), en el seno de una familia judía, con una vida centenaria marcada por la persecución, considera que el arte es un estado de ánimo, un estado espiritual con el que es posible establecer diálogos y fomentar la paz entre naciones y entre los hombres. Gran defensor de la libertad -incluida la religiosa-, Chagall crea numerosas obras para edificios de diferentes creencias, desde sinagogas a catedrales, y considera su deber fomentar, a través de su arte, el optimismo -herencia de su tradición judía jasídica- y la celebración de la existencia.
Nuestro protagonista es conocido como el pintor del color y también como el pintor poeta. Chagall es un profundo conocedor y amante de la literatura, admirado tanto por los pintores como por los poetas de su tiempo, caso de sus amigos Guiallaume Apollinaire o Max Jacob.
Influenciado por el fauvismo y por Matisse, el empleo del color en Chagall es uno de los elementos clave en su creación y causa de admiración por el propio Picasso. La exposición repasa también la relación de Chagall con los textos a través de un conjunto de obras que comprenden desde la serie que realizó para Léopold Sedar Senghor, enfocadas en el amor poético que siente por la mujer amada que no está presente, hasta las ‘Fábulas de La Fontaine’.
El universo femenino y la Biblia son para él dos constantes fuentes de inspiración, lo que le lleva a abordar la creación de litografías en las que se enfatizan especialmente los valores femeninos que encuentra en la Biblia, a la que considera la fuente poética más grande de todos los tiempos. Este inspirador universo femenino se muestra en la serie de obras que dedica a las mujeres del Antiguo Testamento con las que refleja virtudes como la valentía, la fortaleza o la lealtad. Son aquí representadas mujeres fuertes y valientes, mujeres audaces que aman y son amadas, en una explosión de color con la que transmite un fuerte optimismo y alegría de vivir, en un tipo de estampas narrativas cargadas de lenguaje poético.
Los colores y las formas llenan sus obras de ‘metáforas vivas‘ intencionadas para traernos a la actualidad una realidad milenaria que encuentra en los textos de la Biblia.
Por otra parte, el Chagall más mundano se contempla en un grupo de grabados que aluden al amor entre hombre y mujer como motor vital, incluso superando las barreras de la muerte. Se trata de otro asunto con una base autobiográfica, puesto que el pintor perdió a su amada Bella durante la Segunda Guerra mundial, mientras vivían en Estados Unidos. A través de las parejas que pasean su amor por París trasluce la esperanza ante las dificultades, así como el deseo de disfrutar de la vida, mediante el empleo de colores vibrantes y luminosos, o bien a través de elementos de gran riqueza simbólica de su acervo poético, como los animales o las flores.
La exposición permite adentrarse además en la importancia que la música tiene para el artista. Los violines de sus orígenes, tan frecuentes en sus obras, se unen a las guitarras que conoce en su estancia en México o los flautistas, lo que propiciará que André Malraux, ministro de cultura de Francia, le comisione los frescos para la Ópera de París.
Hoy, ‘Día Internacional de los Museos’, las instalaciones museísticas del Torreón de Lozoya tendrán un precio único de 2,00 euros, con el que se podrán ver más de novecientas obras de arte de muy variado signo (pintura, escultura, numismática, grabado, cerámica, cristal, fotografía, libros…), con un acento netamente segoviano, dado que la mayor parte de ellas corresponden a arte contemporáneo de artistas de la ciudad y de la provincia, así como de creadores que trabajaron entre nosotros. La mayor parte de estas obras de arte proceden del legado de la extinta Caja Segovia, enriquecido en los últimos años con donaciones y depósitos, realizados por parte de particulares e instituciones como el Ayuntamiento de Segovia, la Diputación Provincial, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce o la Colección Agustín de Diego.
Las diecisiete salas que integran el museo de la Fundación Torreón de Lozoya ofrecen un recorrido temático que arranca con dos primeros ámbitos en los que se da cuenta del origen de la colección, contemplando a la antigua entidad de ahorro tanto desde el punto de vista financiero, como desde su labor social y cultural.
A continuación, el género del paisaje protagoniza varios ámbitos, haciendo un recorrido desde sus primeros pasos, a principios del siglo XIX, hasta las propuestas más recientes, contando con obras de artistas como Ferdinando Brambilla, Pedro Pérez de Castro, Ignacio Zuloaga, Darío de Regoyos, Aurelio García Lesmes, Lope Tablada de Diego, Jesús Unturbe, López Mezquita, Rafael Peñuelas o Fausto Núñez,entre otros muchos. Además de Cristóbal Toral -uno de los más relevantes alumnos que han pasado por el Curso de Paisaje-, no falta en este apartado la presencia de otros pintores pensionados que recalaron en Segovia con motivo de este veterano curso anual que atrae a artistas de toda España; es el caso de Manuela Adame, Xavier Mas o José Luis Rubio Martín, presentes en una sala dedicada específicamente al Torreón de Lozoya como fuente de inspiración para pintores, fotógrafos, diseñadores, etc. Otro aspecto curioso de esta sección es el diálogo entre el paisaje y la pintura abstracta, que cuenta con obras de Carlos León, Mesa Esteban Drake, Sofía Madrigal e Ignacio Yraola, entre otros.
La tercera sección está protagonizada por la figura humana considerada desde diferentes perspectivas: la historia, la religión, los arquetipos, los mitos y la personalidad artística. En este apartado se contempla también el retrato monetario, figurando en él más de cuatrocientas monedas y medallas acuñadas en la ceca segoviana, cuya cronología abarca desde la antigüedad romana al Gobierno Provisional surgido de la revolución de 1868. Junto a este importante conjunto numismático, se exponen pinturas y esculturas de artistas como Juan Pablo Sánchez, Eduardo Chicharro, Aniceto Marinas o José Antonio, etc.
Dos nuevas salas se dedican al papel como soporte, albergando parte de la numerosa colección de estampas que posee la Fundación, así como de libros, dibujos, acuarelas e ilustraciones, en una horquilla cronológica que va desde el siglo XVI hasta nuestros días. Algunos de los creadores presentes en este apartado son David Roberts, Louis Meunier, George Vivian, Pedraza Ostos, Manuel Castro Gil, Jennifer Graber o Isabel Albertos, entre otros.
El último apartado del museo plantea una reflexión sobre la presencia del objeto en la vida de las personas y las diferentes perspectivas con las que aparece en el arte, desde el bodegón o naturaleza muerta, al objeto como símbolo. En esta sección se incluyen las piezas más emblemáticas de cristal de La Granja que adquirió Caja Segovia, así como objetos de porcelana de Meissen, estampas de Daniel Gil Martín, esculturas de Santos Sanz, Gregorio Herrero, Rafael Muyor y Aniceto Marinas, etc.