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Doctores Rafael Rodríguez Calzada y Juan Carlos Fiorini Talavera

La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS), un novedoso tratamiento no farmacológico en salud mental

Los doctores Rafael Rodríguez Calzada y Juan Carlos Fiorini Talavera comienzan a aplicar con éxito en Castilla y León una novedosa técnica, no invasiva, segura, eficaz e indolora, indicada en pacientes que no responden a los tratamientos convencionales y en los que, por su condición física o situación personal, no pueden permitirse tomar fármacos psicotrópicos

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En 1985, en el Departamento de Medicina Física de la Universidad de Sheffield, Anthony Barker utilizó la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS por sus siglas en inglés, Trancranial Magnetic Stimulation) para evaluar de forma no invasiva e indolora la integridad de las vías motoras centrales de un ser humano a través de la corteza cerebral. Dos años más tarde, esta técnica fue aplicada en pacientes con esclerosis múltiple, produciendo mejoras significativas en sus síntomas de fatiga.

Después de años de investigación, este tratamiento fue aprobado para su uso terapéutico frente a la depresión en países como EE UU, Canadá, Israel, Australia, Nueva Zelanda y en Estados de la UE como Italia y Francia. En 2008, la Federal Drug Administration (FDA) aprobó la utilización de la TMS como técnica segura para combatir la depresión resistente a tratamiento farmacológico. Actualmente, ya existen clínicas repartidas por el mundo especializadas en este novedoso e inocuo método, una técnica que los doctores Rafael Rodríguez Calzada y Juan Carlos Fiorini Talavera han introducido en Castilla y León (www.tmsvalladolid.com).

La Estimulación Magnética Transcraneal consiste en la activación de zonas específicas del cerebro

La Estimulación Magnética Transcraneal consiste en la activación de zonas específicas del cerebro mediante la inducción de un campo electromagnético que produce la excitación de las células nerviosas de la corteza cerebral. «El equipo de TMS produce pulsos magnéticos que estimulan o inhiben ciertas áreas cerebrales, y esto produce una cascada de reacciones que aumentan el ánimo, reducen la ansiedad, disminuyen la intensidad y la frecuencia de los pensamientos obsesivos, bajan el deseo de consumir y facilitan el proceso terapéutico contra las adicciones», explican los doctores.

El campo magnético generado puede producir hasta dos Teslas -medida universal para medir el magnetismo-, y el flujo de ese campo magnético aplicado en el cráneo del paciente penetra en el cerebro y «tiene la capacidad de influir en el funcionamiento electrobioquímico de las neuronas circunvecinas mediante el proceso de inducción de Faraday. Aunque la estimulación es superficial y localizada, nos consta que el cerebro está totalmente interconectado a través del Sistema Límbico. Esta red de conexiones hace posible que la estimulación llegue a niveles más profundos del sistema nervioso central, en este caso a estructuras profundas del cerebro que definen el comportamiento humano».

PROCEDIMIENTO

A los pacientes se les coloca un gorro de tela, utilizado para establecer las medidas necesarias en la cabeza y así permite colocar la bobina, que será utilizada para aplicar a través del cuero cabelludo el campo magnético producido en la zona del cerebro que se desea estimular, siempre en función de la enfermedad a tratar, llevando a cabo una calibración individualizada. «La bobina genera una descarga -o pulsos- electromagnética poderosa, segura e indolora, que produce un sonido repetitivo de intensidad leve. Este ligero golpeteo produce una leve sensación en la zona estimulada, pero tras dos o tres sesiones el paciente se acostumbra y deja de percibirlo».

En función de cada patología, las sesiones pueden ser más largas. Según los doctores, «en este caso el tiempo se mide en el número de pulsos que debemos dar. Por ejemplo, para combatir la depresión pueden llegar a ser 3.000 pulsos en 18 minutos, con 40 pulsos en intervalos de cuatro segundos».

  • La efectividad de la TMS ha quedado demostrada para:

  •  Depresión. La TMS es aconsejable como primera elección en todo tipo de depresión, cuando uno no desea o no puede recibir tratamiento farmacológico, ante una depresión resistente al tratamiento con dos fármacos antidepresivos, una depresión bipolar, post-parto y madres lactando.

  •  Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). En esta enfermedad psiquiátrica, el paciente experimenta ideas obsesivas y actos compulsivos. La TMS es útil, especialmente, en casos que no responden a un tratamiento convencional y como complemento a esta resistente enfermedad.

  •  Trastorno por Ansiedad y Trastorno de Estrés Postraumático. El beneficio de la TMS ha quedado demostrado ante los trastornos provocados por la ansiedad generalizada y la angustia. También potencia la respuesta a la psicoterapia conductual en el trastorno por estrés postraumático.

  •  Adicciones. A su vez, mejora la capacidad de autocontrol y disminuye las recaídas en pacientes que están intentando deshabituarse al consumo de sustancias como cocaína, speed, cannabis, tabaco o alcohol, entre otras.

  •  Esquizofrenia. La TMS tiene capacidad para mejorar las alucinaciones auditivas resistentes a los psicofármacos y para controlar los síntomas positivos (delirios y alucinaciones), negativos (anhedonia, retraimiento, abulia, alogia…) y los cognitivos.

  •  Ictus. Su uso también promueve y facilita la rehabilitación de las secuelas físicas, independientemente del tiempo transcurrido desde el ictus cerebral.

  •  Tinnitus. No existe otro tratamiento distinto a la Estimulación Magnética Transcraneal para aliviar, e incluso eliminar el Tinnitus, la sensación de escuchar un ruido o sonido que no se puede atribuir a una fuente específica interna o externa por lo que se considera una «percepción auditiva fantasma».

  •  Migraña. Está especialmente recomendado para migrañas con aura o cuando el paciente percibe que va a sufrir un episodio de dolor.

  •  Fibromialgia. Los pacientes diagnosticados con fibromialgia comprueban, en la mayoría de los casos, cómo los psicofármacos o los tratamientos analgésicos son poco efectivos. La TMS es la gran alternativa porque no sólo evita los efectos que producen los medicamentos sino que, además, reduce la percepción del dolor.

  •  Dolor crónico de cualquier origen o neuropático. Muy útil en pacientes refractarios a los tratamientos convencionales, como coadyuvante de otras terapias.

VENTAJAS FRENTE A LOS PSICOFÁRMACOS

La utilización de la TMS presenta cuantiosas ventajas frente a los tratamientos existentes para abordar los trastornos psiquiátricos, que no son otros que los psicofármacos. Entre ellas, no presenta efectos secundarios significativos, no requiere de hospitalización, ni siquiera de anestesia, es un tratamiento ideal para pacientes reacios a la terapia psicofarmacológica -o que por su situación personal, profesión o salud no puedan recibirla- y no tiene interacciones con otros tratamientos que esté recibiendo. «El paciente siempre permanece despierto, alerta y mantiene el control; puede conversar, escuchar música o bien relajarse y dormir».

Esta técnica no es invasiva y es un tratamiento muy seguro, eficaz e inocuo. «La mejoría en el paciente es muy rápida. En el caso de la depresión, los resultados comienzan a notarse, aproximadamente, al séptimo día, frente a los psicofármacos, que empiezan a ser efectivos a las cuatro o seis semanas».

EFECTOS ADVERSOS Y CONTRAINDICACIONES

El efecto adverso más frecuente -nunca supera el 15% de los tratamientos realizados- es un leve dolor de cabeza, que responde a una dosis de cualquier analgésico. Los doctores recomiendan la correcta hidratación del paciente.

La TMS no puede aplicarse a pacientes con alguna placa de metal o algún dispositivo metálico en la cabeza o a 30 centímetros de ésta; a personas epilépticas o que padezcan esclerosis múltiple; a mujeres embarazadas -sí pueden recibir este tratamiento mujeres en periodo de lactancia- ni pacientes con marcapasos.

Para más información:

  • Dirección: C/ Divina Pastora, 4, Entreplanta, Oficina 5, 47004 Valladolid.
  • Teléfonos: 697 887 760 / 606 651 180
  • Web: www.tmsvalladolid.com
  • Correo electrónico: info@tmsvalladolid.com

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Contenido facilitado por el Dr. Juan Carlos Fiorini Talavera (Nº de Registro Sanitario: 47-C21-0431) y el Dr. Rafael Rodríquez Calzada (Nº de Registro Sanitario: 47-C21-0432) y editado por Content Local.