SOCIEDAD

El titular de El Madroñal cree que el exceso de bueyes «quita esplendor» al encierro de Cuéllar

Joaquín Herrero Peral se muestra agradecido por el premio a la mejor carrera y expresa el deseo de regresar con sus astados a la villa

MÓNICA RICO

Sábado, 5 de octubre 2013, 22:32

Los novillos de la ganadería de El Madroñal, con sede en la localidad cacereña de Cilleros, se alzaron con el premio a la mejor ganadería del pasado ciclo cuellarano, un galardón que su titular, Joaquín Herrero Peral, recogió ayer de manos del presidente de la Asociación Encierros de Cuéllar, quien entrega este premio de forma anual, con el fin de mejorar la selección del ganado que cada año protagoniza las carreras en el municipio.

Publicidad

El presidente de la agrupación organizadora, Jesús Salamanca, recordó que la asociación lleva dos decenios intentando mejorar la calidad de los encierros, uno de los pilares de la fiesta en la localidad.

También recordó que para optar a este premio, las ganaderías concursantes deben cumplir ciertos requisitos, como presentar en plazo y forma toda la documentación sanitaria y ganadera exigida por la legislación, que todos los ejemplares del ganado bravo utilizados pertenezcan a la misma ganadería, que tenga una correcta presentación, con trapío, hechuras y tipo zootécnico del encaste de los animales, y que la mayoría de los ejemplares desarrollen un comportamiento noble en su traslado por el campo, y demuestren bravura y juego interesantes en todo el recorrido del encierro urbano.

El acto contó con la presentación de Alfonso Rey Senovilla, que a su vez es el autor de la escultura que sirve para galardonar la mejor selección del ganado. Durante su intervención recordó los orígenes del ganadero Joaquín Herrero y cómo gracias a su afición y conocimiento adquirió, en el año 1996, un lote de 50 vacas viejas con el que arranca su aventura como ganadero.

En el año 2000 lidió su primera novillada, y desde entonces no han parado de visitar plazas y recibir premios. Rey también señaló que en la ganadería de El Madroñal se realiza el manejo de los astados con caballo y además están encabestrados, por lo que son novillos familiarizados con los animales. Sobre ambos aspectos señaló que son criterios que habría que aplicar a la hora de seleccionar el ganado para los encierros de la villa.

Publicidad

Por su parte, el ganadero, después de visionar el video del encierro ganador y cómo se comportó el ganado durante el campo y las calles, agradeció el premio por lo que representa y se mostró satisfecho de lo logrado por sus animales.

Sobre el encierro de la villa señaló que es una tradición y una antigüedad y su salvaguarda repercute en la defensa del toro. Si bien es cierto que, preguntado al respecto, señaló que durante el trayecto urbano los astados llegaban demasiado tapados debido al excesivo número de bueyes que corren por las calles, un tema que se ha citado en numerosas ocasiones a lo largo de las pasadas fiestas. A su juicio, había que definir el trayecto de campo y el recorrido urbano en lo que a mansos se refiere. «En el campo a lo mejor es bueno, pero en el recorrido le quita esplendor al encierro» afirmó.

Publicidad

Caballistas

El ganadero también respondió a las preguntas del público que llenó la sala del palacio de Pedro I y destacó que le gusta mover los toros con los caballos, pero tampoco en exceso. Respecto al gran número de caballistas que se puede ver en el encierro de la villa, señaló que desde su punto de vista es negativo, aunque apuntilló que «otra cuestión es cómo conseguimos que el encierro llegue completo», en referencia a una posible necesidad.

Respecto a la posible influencia de una carrera tan larga como la de Cuéllar sobre el posterior comportamiento de los novillos en la plaza, explicó que puede existir, pero que no tiene por qué afectarles. «Yo pienso que el toro que sale manso lo va a ser siempre», concluyó.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad