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El equipo del colegio Don Bosco que representa a Castilla y León en la fase nacional de la First Lego League formado, de izquierda a derecha, por Beatriz Egido, María del Mar García-Delgado, Lidia Borges, Julia García y María Guinaldo, junto a ‘Nerón’, el robot con el que participan.
Cantera de ingeniosos ingenieros

Cantera de ingeniosos ingenieros

El colegio San Juan Bosco participa en la fase nacional de la First Lego League. Nueve alumnos de 3º y 4º de la ESO del colegio salmantino demuestran sus habilidades representando a Castilla y León en la competición de robótica con piezas del famoso juego

redacción / word

Domingo, 13 de marzo 2016, 12:48

Frente a las típicas y manidas frases de A la tercera va la vencida o No hay quinto malo, un grupo de nueve alumnos de los cursos de 3º y 4º de la ESO del colegio San Juan Bosco de Salamanca quiere que su número sea el cuatro. Y es que el centro salmantino ya consiguió que ese número fuese talismán en la final regional de la First Lego League, competición internacional en la que los jóvenes de los últimos cursos de la Educación Secundaria Obligatoria, en el caso de España, y de los cursos homónimos en el resto de países participantes, enfrentan sus intelectos y su capacidad ingeniera para, con las piezas del popular juego infantil y juvenil, diseñar y construir un robot que pueda hacer diversas labores en un tiempo determinado.

Valladolid vivió el triunfo regional, al cuarto intento, del San Juan Bosco de Salamanca. Gracias a esa victoria, Mar García Delgado, Beatriz Egido, Laura Alonso, Manuel Sánchez, Alfonso Martínez y Antonio Rodríguez se encuentran hoy en Girona para disputar la fase final nacional de la décima edición de la First Lego League. Son seis de los nueve integrantes del grupo porque un viaje de estudios a Londres impidió que las alumnas de 4º de la ESO, María Guinaldo, Lidia Borges y Julia García, pudieran acudir a la cita, aunque sus compañeros, en forma de homenaje, grabaron videos de cada una de ellas para que pudieran estar, al menos de forma virtual, en la máxima competición nacional de estos jóvenes ingenieros del Lego.

Pero toda esa ilusión por conseguir alguno de los once viajes con los que la First Lego League premia a los mejores clasificados de la fase nacional para competir en las diferentes pruebas europeas y mundiales, que este año se desarrollan en Canarias, Estados Unidos, Filipinas y Australia, no sería posible sin la ideóloga y artífice del proyecto y su inscripción, ya desde hace cuatro años, en la fase regional de esta curiosa competición de ingeniería. Teresa Nuño, profesora de Tecnología, Informática y Dibujo Técnico del San Juan Bosco de Salamanca, fue la que animó al primer grupo a participar en 2013.

Entonces, su equipo ganó el Premio al Emprendimiento de Castilla y León, para un año más tarde hacerse con el de Proyecto Científico, «el que más ilusión hizo a los alumnos hasta ahora», reconoce la propia Nuño, y el de Diseño Mecánico el pasado año, cuando se quedaron a las puertas de lo que este año fue una realidad: el Primer Premio regional de la First Lego League y la oportunidad de representar a Castilla y León a nivel nacional.

«Vamos a ganar», exclamaba Lidia un día antes de que sus compañeros emprendieran el viaje a Girona para tratar de conseguir alguno de los trofeos, y con ellos uno de los once billetes a las competiciones internacionales, con los que representarían no solo a la región sino al conjunto de los colegios del país frente al mundo. «Se va a notar mucho su ausencia», explicó Nuño, quien la definió como «el alma del equipo». Un conjunto de niños y niñas que lleva trabajando en el proyecto «desde octubre» y que ha puesto en ello muchas de esas horas extraescolares que otros dedican a los idiomas o el deporte. «Se quedaban a comer todos los jueves para trabajar después de clase en el proyecto y en las últimas semanas antes del regional, pasamos a quedarnos dos días para desarrollar y mejorar el proyecto».

Una idea que no nació de la docente, sino de la propia competición que se estableció entre los alumnos de 3º de la ESO con ganas de participar en la First Lego League. «Al principio, el primer año, no eran muchos, pero cada vez se van apuntando más y este año hubo que seleccionar», explica. Así, y al poco de comenzar las clases, los dos proyectos desarrollados por los alumnos interesados en formar parte de un equipo en el que continuaban las veteranas María, Lidia y Julia, de 4º de la ESO, con respecto al año anterior, vivieron su primera toma de contacto con la competición hasta que el que ahora representará a la Comunidad en el torneo nacional resultó elegido.

Esa idea es la que hoy los seis representantes del San Juan Bosco de Salamanca defenderán en la competición nacional de Girona. «Es un edificio sostenible con el que se trata de hacer una limpieza de basura eficiente», explica Mar, quien relata como el módulo construido sobre una maqueta que representa una ciudad (y que cuenta con otros edificios diseñados por los mismos alumnos) cuenta con «cuatro tubos para echar la basura, que llega a unos contenedores que están situados debajo del mismo y que la lanzan a una caldera con la que se produce biomasa para suministrar la energía de todo el edificio».

La iniciativa cumple así con el objetivo Trash and track que enmarca las competiciones nacionales e internacionales de esta décima edición de la First Lego League, un aniversario por el que los alumnos del San Juan Bosco le cantarán el cumpleaños feliz a la marca de construcciones infantiles y juveniles, que a su vez suministró el programa con el que los participantes salmantinos realizaron el diseño propio del edificio y su funcionamiento.

Pero además, el diseño debe contar con un apartado de valores, es decir, lo que los jóvenes creen que Lego les transmite con este tipo de iniciativas. Así, y en el caso del proyecto del San Juan Bosco, se han centrado en la convivencia y en la sociabilidad, con mensajes dedicados a los alumnos que participaron en las anteriores ediciones y con anuncios publicitarios adaptados a la marca y al propio diseño de sus edificios, como explica Mar: «Tenemos uno dedicado a Oreo, otro a Trivago, uno más a Línea Directa y los mejores, el Lego que ríe y Lego te da alas».

Sin embargo, la gran construcción de ingeniería es el robot: un artilugio diseñado y construido con piezas de Lego y que cuenta además con su propia programación, que hace que las competencias tecnológicas y de ingeniería que adquieren los participantes de los diferentes colegios sean realmente avanzadas para su edad. Así, en el caso salmantino, y como explica María, su robot «cuenta con una programación por ordenador para poder controlarlo y preparar la estrategia».

Cuatro años de antigüedad

Nada fácil, desde luego, teniendo en cuenta que en un tiempo de un minuto y medio, la construcción diseñada, construida y mejorada por los alumnos del San Juan Bosco debe, entre otras tareas, «tirar controladamente un Lego, recoger y meter las fichas derruidas, activar una polea y recoger lo que caiga, y empujar un camión para que recoja un Lego después de haber activado una maquinaria compleja de varias piezas».

Todo un reto, y más teniendo en cuenta que la base del robot con la que cuenta el representante castellano y leonés tiene ya cuatro años frente a los nuevos robots de la mayoría de los alrededor de 45 equipos que participan en la fase nacional. Pero, siguiendo el ejemplo de Lidia, los nueve aspirantes a ingenieros del grupo de esa cantera que es el San Juan Bosco confían en sus posibilidades y sueñan con su gran objetivo: llegar a la fase final mundial de Sidney.

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